Macri, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, otra vez dio muestras de cuáles son sus prioridades.
El muy oscurantista suspendió una megamuestra de ciencia que estaba prevista para hacerse en la ciudad en el marco del los festejos por el bicentenario del nacimiento del país. Su cara fue lo suficientemente dura como para justificarlo bajo la fútil escusa de que iba a entorpecer el transito.
Las quejas no se hicieron esperar, por ejemplo el actual ministro de ciencia y tecnología (ex-profesor mío), Lino Barañao, expresó su disconformidad en esta nota de página 12.
Pero esto me genera un par de preguntas ¿Por qué la gente de derechas odia la ciencia si les gustan las armas y el dinero? Es impensable que un país tenga ni lo uno ni lo otro sin generar ciencia de calidad. Cuando creo que puedo ponerme en el lugar de alguien egoísta y elitista y comprenderlos, ellos dan un salto en sus habilidades hijodeputisticas y me dejan descolocado.
Aunque si me pongo a pensar un poco puedo explicarlo por el opuesto. Un gobierno de izquierda y no fomenta la ciencia es impensable.
Ahora que nadie me venga a poner el ejemplo de Zapatero. Él dice ser de izquierda pero viene serruchando año tras año el presupuesto de ciencia (debido a la crisis, según dicen). Dentro de la ambigüedad del calificativo de izquierda y derecha, yo creo que el actual presidente español no puede ser caratulado de lo primero a menos que se desee mentir o se sea muy ingenuo. Zapatero es el típico político de “centro” que deja contento a algunos progresistas pero lleva adelante las políticas que benefician a los grupos de poder económico de su país.
Volviendo a Macri, creo que toda persona cercana a la ciencia debe saber que él es el responsable de suspender una de las más importantes muestras de ciencia del mundo que iba a desarrollarse en Buenos Aires.