Mad

Ya les dije, "Mad Men" es la mejor serie que he visto en años. Y digo esto para no sonar a exagerado con la frase "la mejor que vi en mi vida". Aunque podría serlo si me dejan hablando.
En realidad la veo más bien como una gran película dividida en partes. No sólo por la historia, si no también por la calidad de sus imágenes y actores.
Terminé de ver las cuatro temporadas y ahora espero al igual que todos sus seguidores.
Ya extraño sumergirme en ese submundo de los 60´s, pero bueno; nos queda leer todo lo que se ha escrito sobre "Mad Men", que no es poco.
Aquí le dejo un mínimo fragmento del final de episodio nro. 10 de la cuarta temporada. Creo que, al igual que muchas de sus escenas, encierra algo brillante, pero oculto al mismo tiempo. Cada momento es como un cuadro de Edward Hooper, ese artista que supo hablar de soledad y oscuridad a través de la vida cotidiana norteamericana (busquen su "Nighthawks" de 1942).
Cada uno puede leerlo como quiera; pero creo que la conjunción de los siguientes elementos hacen de este final digno para ser visto en Viaje Secreto. A saber: Don Draper acaba de recibir de manos de su secretaria las entradas para el Shea Stadium, con la cara de los fab four ahí; las tira sobre el escritorio como todo un logro; llevaría a su hija mayor a ver a los Beatles. Y ahí nomás sucede algo que sacude su cabeza; y su mirada se centra en ella. Algo que tendrá importancia luego, desde ya. Pero lo que me importa aquí son esos elementos que juegan por un instante: su vida hasta ese momento no para de tirarle con alta munición, va de pesadilla tras pesadilla, y en tanto la relación con su hija va cada vez mejor, por diversas razones. También esta la moda joven, tan ajena y cercana a Don; y obviamente, las mujeres.
Y suena una versión instrumental de "Do you want to know a secret?". Y algo bueno se avecina en su vida ¿no?, qué mejor música para decirlo.
Cuantas cosas suceden en segundos; tanto en la vida como en las escenas de "Mad Men":