Revista Cine

Mad Max, furia en la carretera: una historia de violencia

Publicado el 24 mayo 2015 por Juancarrasco @JuanCdlH

Con enorme dosis de lucidez y de equipamiento testicular retoma George Miller nada menos que treinta años después la mítica trilogía protagonizada por Mel Gibson que se hizo por rompedora con un sitio en la memoria del cine. Y es uno de los aciertos de esta cinta que su septuagenario padre sea el mismo que estuvo tras las cámaras en las tres entregas anteriores, el creador de este demencial mundo postapocalíptico y salvaje que hace de la violencia un arte para el espectador y una forma de vida para el personaje.

Mad Max, furia en la carretera: una historia de violencia
Un Tom Hardy parco en palabras interpreta con solvencia y alejándose de Gibson al loco Max, un tipo más que atormentado por su pasado y solitario por expresa elección. En su eterno camino hacia ninguna parte se topa con una caravana guiada por la mujerona que interpreta Charlize Theron, estelar, magnética, inmensa en su trabajo, una chica de armas tomar que le ha arrebatado a un caudillo temible algo muy pero que muy preciado. Con estos cimientos y una ambientación western-punk, los extraños compañeros de viaje se ven envueltos en una batalla sobre ruedas con cierto aroma al entretenimiento entendido desde la violencia de Quentin Tarantino mezclado con la preciosista persecución de La diligencia de John Ford, todo ello con una concepción fatalista de la vida de lo más Woody Allen. Con semejante mezcolanza de muchos octanos, el segundo mérito de la película reside en que funciona a la perfección, que te sumerge en un universo inverosímil y que la entrega no se hace en absoluto innecesaria; lejos de ello, juega de igual forma que antes lo han hecho sagas legendarias como Star Wars con un escenario que cuenta con posibilidades infinitas de narraciones futuras. Y te deja con ganas de más tras asistir a semejante tormenta del desierto con peleas que dejan huella y estética que resultará hipnótica y adictiva a aquellos que se dejen llevar y que horrorizará a los que en su momento no conectaron con esta visión tan particular de lo que podría esperarnos si todo se va al cuerno. Porque la esencia es la misma de la trilogía primitiva, los efectos por ordenador son los justos y necesarios y la tarea titánica de especialistas, coreógrafos y artesanos de la acción le aporta una maravillosa imagen ochentera atemporal que hace retumbar en tu cabeza aquello de We don´t need another hero y que no parezca que hayan pasado cerca de cuarenta años desde que se estrenó la primera.

Charlize Theron y su personaje devoran la atención de principio a tres cuartos de metraje, intercambiando el rol de copiloto del protagonista con Hardy muy atinadamente, puesto que el Max originario de Gibson no debe (ni pretende ser) mimetizado. En lo referente a la historia, un fondo filosófico acompaña en el viaje a buenos y malos de la aventura, susurrando sin descanso a sus subconscientes que no existe nada más allá de la supervivencia. Auténtica dinamita visual y estímulo para los demás sentidos. Sorprendente. Muy buena. Buenísima.

Dirección: George Miller. Título original: Mad Max: Fury Road. País: Australia. Duración: 120 min. Género: Acción, ciencia-ficción. Intérpretes: Tom Hardy (Max Rockatansky), Charlize Theron (Emperatriz Furiosa), Rosie Huntington-Whiteley (Espléndida), Nicholas Hoult (Nux), Zoë Kravitz (Toast), Hugh Keays-Byrne (Immortan Joe). Guión: Nick Lathouris, Brendan McCarthy, George Miller. Música: Junkie XL. Fotografía: John Seale. Estreno en España: 15 Mayo 2015.


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