Revista Cultura y Ocio

Madrid, cien años atrás. 28 de enero, 1916

Por Historia Urbana De Madrid Eduardo Valero García @edjaval

Cien años atrás Madrid los días continuaban siendo fríos pero apacibles, con cielos despejados. La temperatura mínima de este día fue de 0,3º y la máxima de 9,1º.


Golfillos, mendigos y la aristocracia
La tarde de este día, en el palacio de la condesa de Monistrol se reunió la Junta de barrio [1] del distrito Centro. Asistieron los alcaldes de barrio, las presidentas de las Asociaciones domiciliarias y el señor cura párroco.

En aquella reunión, amenizada con té o chocolate y mojicones, se habló de la urgente necesidad de inaugurar un comedor de caridad y ultimar el censo de pobres que se estaba realizando.

Se acordó solicitar de la testamentaria del marqués de Urquijo la casa donde había estado antiguamente El Imparcial [2] para habilitar sus magníficos salones en comedores donde se darían unas 300 comidas diarias. Una vez obtenida esa concesión se comenzarían a realizar los trabajos de remodelación para inaugurar el comedor lo antes posible.

En la fotografía, de Salazar, vemos algunos golfillos haciendo gamberradas por las calles de Madrid a finales de 1915.


¡Cuántos y tan originales timos engendraron las mentes avispadas! ¡Cuántos y tan necios atontolinados son víctimas de ellos!

En el siglo XXI aparecen otros timos - de hecho hoy se ha anunciado uno nuevo-, perpetrados en su mayoría a través de internet; llámense " phishing", " pharming", y todo eso.

Hace cien años ya era conocido el " timo del sobre", tanto como los incautos que por unas pocas perras pretendían hacerse con miles de billetes.

Así le ocurrió a doña Juana Bergantillo Lobo (Dios la tenga en la Gloria, que nosotros recordamos su memoria en esta efeméride). La incauta señora vivía en la calle de Ventura Rodríguez, 15, tercera planta. Tenía cincuenta y ocho años y el afán de hacerse rica en la ocasión que se le presentó este día.

Dos desconocidos se acercaron a ella y le propusieron, a cambio de 400 pesetas, hacerse con el sobre cargado de billetes del Banco de España que los interfectos le mostraron. Había una condición, abrir el sobre a la puesta del sol, un día de primavera y mirando al cielo.

Frotándose las manos llevó el sobre a su casa, y, como la tentación es muy mala, al cabo de unas horas Juana abrió el sobre, encontrando dentro un fajo... de papeles de periódico.
Mirando al techo quedó, que no al cielo, en un día de invierno la pobre "primavera".

Esta historia que hoy hemos contado, apareció como noticia en el Heraldo de Madrid de este día, con el título "Cuatrocientas pesetas timadas".


La muy simpática Sociedad benéfica deLos Chisperos terminaba de organizar el baile anual de máscaras que, como era tradición, se celebraría el 3 de febrero en el Teatro de la Zarzuela.
Muy esperada era aquella celebración y todos los periódicos se hacían eco de sus eventos.

Madrid, cien años atrás. 28 de enero, 1916

Madrid, cien años atrás. 28 de enero, 1916

No se trata de un apéndice de la novela cervantina; ni tan siquiera se hace mención al " Príncipe de los ingenios". El Heraldo de Madrid publicaba este día una fotografía de D. Elías Cerdà y Remohí, autor de la novela "Don Quijote en la guerra. Una fantasía que pudo ser historia". La imagen iba acompañada del siguiente pie:

"ELÍAS CERDÁ, DISTINGUIDO Y CULTO LITERATO, AUTOR DEL INTERESANTE LIBRO "DON QUIJOTE EN LA GUERRA", RECIENTEMENTE PUBLICADO."


La novela trataba sobre uno de los temas más espinosos del momento, la guerra europea y la neutralidad española, pero desde un punto de vista alocadamente fantástico. Lejos de referirse al conflicto bélico, el autor narra todo lo sucedido en España en 1915, centrando sus críticas en Romanones, Leroux, los radicales y los liberales.



Dice en el capítulo II, parte en que se nombra al hidalgo personaje de Cervantes al referirse al ultimátun a Alemania y las barbaridades dichas por los políticos de España:

"¡Ya estábamos metidos en la descomunal contienda! ¿Qué espíritu resurgía en el alma española? ¿Quién salía á campaña, el Cid ó D. Quijote? El Cid no era. La tajante Tizona del héroe burgalés esgrimióse siempre para ensanchar los dominios de Castilla; y en esta guerra ¿qué afanes de grandeza nos guiaban? No, el Cid no había descorrido los cerrojos de su sepulcro: el "Señor" castellano seguía sin despertar. Era el otro, era D. Alonso Quijano quien salía á la palestra. Reyes y Emperadores de poderosos Estados, que siempre hicieron comento y befa del esforzado manchego, pedían ahora su cristiana ayuda en sendos y rendidos mensajes. Y diz que le acuciaba el taimado Panza, socarrona y vil criatura que buscaba en las andanzas de su amo un mejor yantar, fuera del surco, aunque perros enemigos les molieran á palos en la primer jornada. Ello fué que D. Quijote, espejo y flor de caballeros, fortaleza del débil, desfacedor de entuertos y vengador de agravios, montaba otra vez en su flaco rocín, embrazaba su escudo y enristraba su lanza para acudir en defensa de la alta y fermosa Señora Doña Civilización á quien tenían en trance de muerte bellacos y malandrines alemanes!. ¡El pobre loco no tenía enmienda!"


Nuestra querida Chata
La infanta Isabel envía un retrato autografiado a la revista de lengua gallegaMondariz (Madrid). Está fechada el 28 de enero de 1916 y fue publicada en dicha revista el 20 de febrero.

Madrid, cien años atrás. 28 de enero, 1916

Madrid, cien años atrás. 28 de enero, 1916

Como hemos visto, no fue aquel un día cargado de noticias relevantes, sin embargo todas fueron noticia.

[1] En el artículo del día 21 de enero decíamos sobre estas Juntas de barrio:

"[...] se propuso organizar estas Juntas de barrio, compuestas por una señora y dos o tres personas que se ofrecieran generosamente a trabajar conjuntamente con los alcaldes de barrio, con la finalidad de formar el Censo de los verdaderos pobres.

Estas Juntas informarían de las peticiones de socorro que debían dirigir al Comité central, para que aquel, unificando la acción de todas las Asociaciones, ordenase la distribución de socorros en comida, en vestido, en dinero, etc., a los verdaderos necesitados.


[2] Desde su fundación, El Imparcial tuvo varias sedes; la última, antes de la definitiva de la calle Duque de Alba, 4, fue la de Mesonero Romanos, 31. A esta se refieren los ínclitos, por estar en zona céntrica y de fácil acceso para los pobres.


Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.

En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "Madrid cien años atrás. 28 de enero de 1916", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325

* Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.

* En todas las citas se ha conservado la ortografía original.

© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-013 EFEMERIDES 1916


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