Fotografía"El baño de una francesita"Striptease por episodiosParte V
LiteraturaSicalíptico12 de febrero de 1904
UN RECUERDO DE CARNAVAL¡Que noche pasamos! ¿Te acuerdas, hermosa?Quisiste en el baile lucir un disfraz.y al baile conmigo viniste gozosacubriendo tu cara de niña mimosamerced a la seda del rojo antifaz.Miraban algunas con ojos crueles,tu cuerpo elegante, tu andar coquetón;aquel manojito de blancos claveles...y el brillo del oro de los cascabelesque orlaban tu traje color de salmón.Bailamos lo menos cincuenta habanerasy valses y polkas y no sé qué más...y yo te miraba gozoso de verassintiendo tus curvas macizas caderas,moverse ondulantes llevando el compás.Después... tu mirada que enerva y sofocay un palco que es nido de amor y placer,y tu entre mis brazos frenética, loca,ciñendo mi cuello, buscando mi boca;queriendo anhelante besar y morder.
Pasaron los años; dolencias cruelespostraron mis fuerzas en este sillón...y aún siento el perfume de aquellos clavelesy el repiqueteo de los cascabelesque orlaban tu traje color de salmón!
Un striptease de hace 110 años acompaña el post de hoy. La revista SICALÍPTICO publicaba fotografías con situaciones sugerentes que se iban poniendo más picantes a medida que avanzaba la historia. Lo hacía por entregas, un par de fotos por número publicado, acompañadas de textos eróticos-o al menos eso pretendían ser.
El erotismo, lo sensual y sugerente dejaban de ser temas tabú y pasaban a formaba parte del "Libro de estilo" de la época. Los ángulos de enfoque y la luz en las fotografías; las poses, miradas y expresiones; los motivos representados; la vestimenta y modelos; los títulos y narraciones; las ilustraciones estilizadas, y todos los detalles que hoy han dejado de sorprender, fueron seña de identidad de la década de 1930 que convertirán la figura femenina en una expresión artística.
Lejos de interpretaciones vejatorias, discriminatorias y/o que puedan ofender a la mujer, las fotografías, ilustraciones y publicidad que aquí aparecerán corresponden a una época en que las féminas comenzaban a tener mayor protagonismo, perdían esa absurda condición de "sexo débil" y recibían no pocas alabanzas. Por desgracia, y durante mucho tiempo, aquel ideal fue truncado una vez finalizada la Guerra Civil.
© 2014 Eduardo Valero García - HUM 014-008 MADEROT