Una reproducción del producto de 4 pisos de alto tapada con una funda de neopreno negro y plantada en medio de una plaza. Eso es lo que ha generado desconcierto durante toda una semana en el centro de Madrid. Y es que somos tan malpensados que la gente imaginó de todo menos lo que realmente era.
En 48 horas toda la ciudad había visto o había oído hablar del “pirulo de Callao” y quería saber qué era lo que escondía. O acudía hasta la plaza para hacerse una foto con él. Desde el principio todo estaba orquestado para que funcionase de manera orgánica desde el hashtag #MadridSeCalienta. Sin dar explicaciones. Sin dar pistas. Confiando en la imaginación de la gente de la calle.
Putos amos los chicos de la agencia Evil Love para KH7.