Revista Cine
Un maestro de la luz estuvo detrás de todos los clásicos épicos que la 20th Century Fox realizó en la década de los 50. El talento de Milton Krasner estuvo detrás de ese maravilloso y magnificente Technicolor que inundó las pantallas en su momento y que aún sigue conservando su excepcional majestuosidad cada vez que tenemos la oportunidad de ver dichas películas en reposición.
Pero Krasner es uno de los grandes directores de fotografía de la historia porque fue capaz de construir una prolífica carrera, marcada siempre por la brillantez. Entre 1933 y 1970 se encargó de la iluminación de cámara en más de 150 películas. Aunque pasó su primera década de trabajo en Hollywood dentro de proyectos de serie B, su talento acabó llamando la atención de los grandes directores y así fue como, a mediados de los 40, se incorporó a las grandes producciones de la mano del mítico Fritz Lang en el clásico de Edward G. Robinson "La Mujer del Cuadro" (1944). A esta cinta la seguirían El Caballero del oeste, Perversidad (de nuevo con Fritz Lang), Sucedió en el Tren, A través del Espejo, Odio entre hermanos, Eva al Desnudo, Desirée, La Tentación Vive Arriba, Tú y Yo, Bus Stop, Rey de Reyes, Con Él Llegó el Escándalo, La Conquista del Oeste, Dulce Pájaro de Juventud, y Castillos en la Arena, entre otras.
Fue nominado para el Oscar en seis ocasiones y lo obtuvo en 1955 por Creemos en el Amor. Una carrera de éxito para un hombre que entró en el mundo del cine a los 13 años como ayudante de cámara en los estudios Vitagraph de Nueva York. Graduado como iluminador profesional en 1933, se trasladó a Los Angeles donde inició una larga etapa de aprendizaje en producciones de repertorio para diversos estudios. Un largo y tedioso camino que acabó dando sus frutos cuando pudo dar el salto de calidad a partir del cual empezó a trabajar a las órdenes de directores como Fritz Lang, Mervyn LeRoy, Jean Negulesco, George Cukor, Joseph L. Mankiewicz, Robert Wise, Howard Hawks, Henry Hathaway, Billy Wilder, Joshua Logan, Leo McCarey, Richard Brooks, Vincente Minnelli, y Nicholas Ray.
Una magna trayectoria para un director de fotografía que demostró su excelencia tanto en el blanco y negro como en el color. Su trabajo fue brillantísimo en ambos formatos.