Y donde dijo “digo” sigue diciendo “digo”. De “Diego”, nada.
Sus apreciaciones son absolutamente atemporales . Mafalda (1964) podría ser una niña resabiada de hoy en día y, eso, si lo piensas fríamente, nos debería dar un poco de yuyu.
Cuarenta años más tarde, sus dudas son nuestras dudas. Su fotografía “mafaldesca” de la realidad refleja exactamente la realidad de estos días de hoy…
Avanzamos poco a poco… Tan lentamente que , en algún momento, nos estamos dando la vuelta y , sin darnos cuenta, estamos desandando el camino…
Es la única explicación posible para entender cómo Mafalda ya sabía, hace cuatro décadas, cosas cómo estas de la España del 2010 :
¿Da o no da yuyu?
Y ya sé que me estoy repitiendo con el tema, pero vuelvo a sugerir a quien corresponda que obligue a los líderes políticos around the world a leer todo Mafalda. Para que se inspiren y para que aprendan.
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