Este año no he vestido al blog de gala para Halloween, ni he recuperado recetas tradicionales para celebrar a nuestros Santos y eso que en esta ocasión tengo allí el santo más grande que pisó la tierra y el ángel más sabio que nos cuida desde arriba. Quizás esa sea la razón para no ponernos de tiros largos. Dicho esto, no quería quedarte sin receta al menos relacionada con la temporada y he decidido que quizás estas magdalenas de calabaza y almendras serían de tu gusto.
Además de contar con una combinación perfecta de ingredientes, todos son en mayor medida muy saludables. Si no quieres hacerlos con harina integral, panela o leche de almendra, puedes incorporar los que te agraden más.
A veces recibo emails para preguntarme cómo hacer para que a las magdalenas les salga “copete”. Te contaré algunos trucos que a mi, en particular, me funcionan. Lo principal es meter mucho aire a la masa, empezando desde el batido de huevos, dejar reposar la masa en el frigorífico para que se enfríe y precalentar el horno a 210º sin ventilador. El aire y el contraste de temperatura harán que suban con fuerza. Ya me contarás.
La ventaja de la calabaza en la masa son unas magdalenas húmedas que se conservan perfectamente buenas por el tándem que hacen con el aceite de oliva.
Ingredientes (15 magdalenas)
- 3 huevos M
- 160 g. de panela (o azúcar moreno)
- 200 g. de puré de calabaza (calabaza previamente cocida y sin agua, triturada con un tenedor)
- 50 ml de aceite de oliva suave ( si quieres añadir mantequilla, acuerdate que la proporción es 15% más que de aceite de oliva)
- 150 ml de leche de almendra
- 150 de harina integral
- 100 de maicena
- 1 sobre de levadura
- 1 cuchara de almendra laminada para cada magdalena
Bate los huevos durante unos minutos hasta que suban de tamaño. Incorpora el azúcar integral no refinado (panela) y sigue batiendo. Añade el aceite y bate un par de minutos. Por último, echa la leche de almendra, que potenciará el sabor junto a la laminada que pondrás antes de meter al horno y el puré de calabaza (la calabaza debe de ser cocida anteriormente, escurrida y aplastada con un tenedor).
En un bol mezcla los ingredientes secos y tamiza, harina, levadura y maicena.
Añade poco a poco, los ingredientes secos a los húmedos y bate muy bien.
Mete la masa al frigorífico durante unos 20 minutos para que se enfríe.
Ten en cuenta que quizás obtengas una masa sin mucha consistencia, más bien líquida. No hay problema, se hacen en unos 18-20 minutos de horno y suben estupendamente.
Precalienta el horno a 210º durante 10 minutos.
Reparte la masa en las cápsulas y coloca una cuchara de almendras laminadas arriba.
Mete en la bandeja, a temperatura media, calor arriba y abajo, a 180º, los moldes con las cápsulas llenas a tres cuartos de su capacidad.
Hornea durante aproximadamente unos 18-20 minutos. No abras la puerta hasta pasado este tiempo, al menos que se te estén quemando porque tengas un horno rapidísimo, para que no se asusten y se bajen.
Espero que disfrutes este puente y a los tuyos y que puedas descansar todo lo posible. Si tienes antojo de algo dulce y saludable, ya sabes dónde encontrar la solución.
Si aún así quieres echarle un vistazo a otras opciones para las fechas publicadas en el blog:
Cupcakes de vainilla con oreo al fondo
Ojos sangrientos
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