Ya sabéis, o deberíais saber, que el cacao es una fuente natural y muy rica de magnesio, ¿no lo sabíais? Entonces no deberíais perderos ¿Por qué desayuno con chocolate?, donde os explico todos sus beneficios y alimentos donde podéis encontrarlo. Sin más dilación os dejo una receta fácil, rápida y muy rica de magdalenas de chocolate, o muffins, o cupcakes, o como quiera que se haya puesto de moda llamarlas ahora aptas también para alérgicos e intolerantes a la lactosa.
Ingredientes para las Magdalenas de chocolate
Para 12 unidades
- 180 gramos de harina de repostería, la normal también vale, pero esta es más fina y las dejará más suaves
- 60 gramos de cacao puro en polvo, o si os gusta con menos sabor, echad menos (40-50 gramos)
- 6 gramos de levadura (algo menos de la mitad de un sobrecito normal de levadura royal)
- 180 gramos de azúcar, podéis echar más (200-220) si os gusta muy dulce, pero con 180 salen muy buenas
- 85 gramos de leche (sin lactosa si la necesitáis)
- 200 gramos de aceite, yo uso de oliva, pero de girasol también vale
- 2 huevos
- Una pizca de sal
Pasos para hacer las Magdalenas de chocolate
- Precalentamos el horno a 220 grados (con calor arriba y abajo)
- Mezclamos la harina, el cacao, la levadura y la sal. Yo lo hago en un tupper redondo grandecito y con unas varillas.
- En otro recipiente mezclamos los huevos y el azúcar hasta que empiece a espumar, unas pequeñísimas burbujas en la superficie.
- Añadimos la leche y el aceite y mezclamos hasta que quede la mezcla homogénea.
- Juntamos las dos mezclas, polvo y líquida, y mezclamos hasta que tengamos una masa fina, densa y homogénea. Este paso es el más laborioso, porque la masa quedará espesa.
- Echamos la mezcla en los moldes con sus cápsulas de papel con una cuchara, manga pastelera o lo que os sea más cómodo, hasta tres cuartas partes de la altura del papel más o menos, y si queréis, como yo, unas pepitas de chocolate (o de lo que queráis!) por encima, bajamos la temperatura del horno a 200 grados metemos al horno las magdalenas durante 15 minutos.
- Las sacamos (puede que se hayan roto por el centro, pero no importa, no afecta al sabor, solo a la estética), dejamos que se enfríen a temperatura ambiente (podéis dejarlas en el molde o sacarlas y que queden solo en los papelitos, yo lo prefiero así, ¡y listo! Magdalenas caseras, sanas y más baratas que si las compramos hechas perfectas para desayunos, postres y meriendas de toda la familia.