Recientemente me percaté de unas anotaciones hechas en un cuaderno que había dedicado a recopilar recetas de cocina de la tele, recortes de revistas y había una de magdalenas, que en su momento me fascinó. Eran trucos para realizar las mejor magdalena. No recuerdo el título del libro pero me gustó las explicaciones que daban que hacía tan fácil hacer unas magdalenas excelentes. Las mías no son insuperables pero me entretuve recordando hace quince años cuando tomé aquellas notas y aplicándolas a esta receta. ¿Qué decía aquellas anotaciones?
- Tener todos los ingredientes a temperatura ambiente y a mano. Organiza incluso los utensilios que se van a utilizar para no sufrir un percance cuando menos lo esperes.
- Existen en el mercado levaduras en polvo o llamadas polvo para hornear, ideales para la repostería. Al elaborar bizcochos o como este caso magdalenas, la levadura debe añadir anhídrido carbónico y así llenar de gas la mezcla para que suba y se mantenga esponjosa.
- Hay variedad de harinas. Para la elaboración de bizcochos se suele utilizar harina especial para repostería o flojas, algunas indican que contienen levadura, pero mejor añadir levadura en polvo.
- Al añadir los huevos a la preparación, importante frescos y a temperatura ambiente, no de nevera. Mejor separar las claras de las yemas. En este caso batir con varillas a punto de nieve las claras para más esponjosidad y las yemas mezclar con el resto de los ingredientes añadiendo por último las claras con una espátula y suavemente.
- Puedes utilizar cualquier tipo de leche, dependiendo del interés que tengas que tus magdalenas contengan más o menos calorías
- Esta es una receta dulce, por tanto debes añadir la cantidad de azúcar que especifica la receta. Puedes añadir cualquier tipo de azúcares, sea azúcar blanca, morena, leche condensada, edulcorantes, miel.
- No todas las recetas dulces lo incluye pero se recomienda añadir una pizca de sal para potenciar el sabor dulce del azúcar.
- Existe infinidad de aromas que añadir a tus recetas dulces, desde canela, vainilla, coco, incluso especias saladas si lo deseas. También frutos secos ideales para este tipo de repostería.
- Utilice materiales de acero inoxidable, cristal, etc. Asegúrese que están en buenas condiciones y limpios antes de usarlo. Tenga en cuenta que si son piezas viejas, ralladas, correría el riesgo que se pegue y todo su trabajo resultaría en vano.
- Y lo más importante, trabajar la repostería con paciencia, disfrutando del momento. Existe la leyenda que si se empeña en hacerlo a la carrera, ajetreo y nervios no saldrá bien. Hazlo con cariño, aunque suene obvio.
Ingredientes:
- 350 Gramos de harina para repostería.
- 250 Gramos de azúcar.
- Cuatro huevos.
- 250 Gramos de aceite.
- 120 Gramos de leche entera.
- Un sobre de levadura en polvo.
- Una pizca de sal.
- Ralladura de una lima.
- Mermelada de frambuesa para el relleno.
- Azúcar glass y coco rallado para decorar.
Encender el horno y mantenerlo a 200 grados. Separe las claras de las yemas, y reservar las claras para montar luego. Colocar el un bol las yemas y el azúcar y mezclar con energía con unas varillas hasta desintegrar el azúcar y la mezcla tome un color crema. Continúe incorporando la ralladura de la lima, el aceite, la leche, la pizca de sal y siga batiendo con energía. Añada la harina, previamente mezclada con la levadura en polvo, tamizada para incorporar aire a la mezcla. En otro bol monte a punto de nieve las claras y añada a la mezcla anterior con una espátula suavemente. Coloque parte de la mezcla, sólo hasta la mitad, en moldes adecuados para magdalenas. Hornee a 200 grados alrededor de veinte minutos o hasta notar que ha crecido o pinchar para asegurar que dentro está hecho.
Una vez retirado del horno y temperatura ambiente, decore añadiendo con una jeringuilla por la parte superior mermelada de frambuesa. Espolvorear con coco rallado y azúcar glass.
Con esta receta participo en el concurso Cocinar para Regalar, que organiza Carmela por medio de sus blogs "Los Inventos de Carmela"., y "La Panadería de Carmela". Espero llegar a tiempo, Carmela. Un abrazo.