[6/10] A Woody Allen no le gusta el mundo en que vivimos, y por eso decide irse a un observatorio astronómico para encontrar sentido a la vida. Allí, sobre todo a la luz de la luna, cuando no se ve de la mezquindad de la condición humana, alguno incluso puede creer en la felicidad… aunque sea “la felicidad de los tontos”. Así es como piensa Stanley de aquellos que ven más allá de la lógica racional y de sus propias narices. Él es un mago de prestigio y también el encargado de desenmascarar a Sophie, una joven vidente cuya belleza rivaliza con su necedad. El ego de él frente a la simpleza de ella, la racionalidad de él frente la energía de ella. El choque de trenes está servido, y la película de Allen regresa al territorio de “Scoop” y “Midnight in Paris”, en los felices años veinte… como si se tratara del último momento de inocencia de nuestra sociedad.
“Magia a la luz de la Luna” tiene, como gran parte de las películas del Woody Allen crepuscular, un envoltorio de ilusión y un trasfondo de tremendo pesimismo. A Stanley -su alter ego en la película- le hace decir que “todo optimismo es ilusión” y que cuando algunos pierden el sentido común es cuando acuden a rezar a Dios y se olvidan de su dignidad. La suya es la postura del escéptico y cínico que no cree en nada y tampoco en sí mismo… pero que espera “una señal” porque necesita un motivo para vivir y lo vivido le ha dejado con el alma vacía -término innombrable-. Es como si, su personaje y él mismo, buscasen un consuelo en las razones del corazón cuando el entendimiento se agota en sus explicaciones. El truco ha sido descubierto y la impostura desvelada, la medicina ha curado la enfermedad y la ignorancia vencida, y en cambio… su orgullo ha quedado vencido. Y entonces, Woody Allen se va a las estrellas y filtra la realidad de una luz engañosa e ilusionante para hacer creer a los incrédulos y para dar esperanza a los amargados.
Como siempre, el director de “Blue Jasmine” sabe contar la historia con fluidez y aparente ligereza, y demuestra oficio en la creación de ambientes y en la dirección de actores. En un esquematismo pretendido, Colin Firth y Emma Stone parten de extremos opuestos para iniciar una aproximación que solo el amor puede explicar. La irrealidad y el engaño se materializan en ese cielo estrellado y también en ese espectáculo de la sesión de espiritismo, como cerrando la compuerta a un universo que se escapa a las explicaciones humanas. De esta manera, el protagonista y el director se quedan sin respuestas ante una realidad paradójica, y entonces solo cabe la postura de esperar una señal que venga del cielo… aunque sea de un cielo creado por los hombres y con la magia de la luna, para así animarse en esta noche oscura del alma.
Allen nos ofrece una comedia romántica entretenida y encantadora, que se aprovecha de una puesta en escena fácil y de deliciosos diálogos pero con poca energía, solo de apariencia optimista porque en realidad su mundo es desganado y con una profundidad de plástico. No hay hondura antropológica ni esperanza en el hombre sino más bien huida de un estado calamitoso de nuestro tiempo. En definitiva, un pesimismo vital bajo una máscara dulce y agradable, un trabajo clásico y sin estridencias que a nadie espantará pero que tampoco dejará mucho rastro en el espectador. Nada nuevo en el pensamiento ni en la reciente filmografía de Woody Allen, alejada de títulos como “Hannah y sus hermanas” o “Delitos y faltas” -o de “Match Point”, su última gran película-, donde se mantiene la melancolía y la duda existencial entre la inmanencia y la trascendencia, que le hace negar… pero no del todo.
Calificación: 6/10
011En las imágenes: Fotogramas de “Magia a la luz de la Luna” (Magic in the moon light), película distribuida por Warner Bros. Pictures International España © 2014 Perdido Productions. Todos los derechos reservados.
Publicado el 11 diciembre, 2014 | Categoría: 6/10, Año 2014, Comedia, Críticas, Romance, USA independiente
Etiquetas: Blue Jasmine, Colin Firth, Delitos y faltas, Emma Stone, Hannah y sus hermanas, Magia a la luz de la Luna, Match point, Midnight in Paris, Scoop, Woody Allen