Revista Cultura y Ocio

Magia japonesa

Publicado el 12 enero 2016 por Molinos @molinos1282
Magia japonesaNos estamos volviendo completamente idiotas. Gilipollas para ser más exactos. Nos reímos cuando pensamos en la Edad Media y los charlatanes, nos reímos cuando vemos que la gente se traga trolas de todo tipo, nos carcajeamos cuando conocemos gente que cree que una crema hace milagros o que una pulsera cura y, por supuesto, nos sentimos por encima de todo eso. 
Ja. 
Hemos llegado a un nivel de imbecilidad colectiva que ya no hace falta que nos digan algo milagroso y completamente imposible para convencernos, para vendernos la moto, para dejarnos epatados y con la boca abierta, y mientras tanto desvalijarnos. 
No. Hemos alcanzado la cumbre de la estupidez y resulta que pagamos dinero a gente que no dice más que obviedades, generalidades y perlitas de cursilería con mensajes para hacer tu vida, tu casa, tu pareja, tu trabajo, en resumen tu existencia, "más feliz".  
La semana pasada y mientras disfrutaba de un desayuno en soledad con mi café, mi zumo, mi tostada y mi revista descubrí a la última charlatana vendehúmos. 
"The life changing magic of tyding up", de Marie Kondo. 
La maravillosa magia de ordenar que te cambia la vida, de Marie Kondo. 
Obviamente solo si Marie Kondo fuera Julie Trinos, cantara como los ángeles y tuviera dedos mágicos que al chasquearlos hicieran que las bragas se colocaran por colores esa frase sería verdad y tendría su gracia. 
Marie Kondo no es Julie Trinos ni se le parece. Es una japonesa con voz meliflua, rebequita en tonos pastel y sonrisita de robar pilas en los supermercados que se ha hecho de oro vendiendo ejemplares y dando charlas sobre, ¡tachán!, ordenar tu casa y tus cajones, doblar calcetines, bragas y sujetadores. (No la he visto doblar calzoncillos: Ni sujetadores de su talla, ahora que lo pienso) 
¿Tiene Marie Kondo un truco mágico para lo de las bragas que comentaba antes? ¿Sabe algún método por el que los tuppers no se reproduzcan en el armario? ¿Tiene una receta infalible para que los calcetines estén siempre ordenados, siempre encuentren a su pareja y no desaparezcan en la lavadora? 
NO, NO y NO. 
Marie Kondo tiene más jeta que un piano de cola y más morro que un oso hormiguero y se ha convertido en un gurú para millones de personas completamente imbéciles diciendo lo que las madres han dicho toda nuestra santa vida: 
- Pero pero ¿cómo tienes esta leonera? ¿Tú no ves que así no encuentras nada y todo está hecho un desastre? ¿Los cajones? Pero si tienes toda la ropa arrugada y así vas hecho un Adán. Y ¿los papeles? ¿Así, como vas a estudiar? Haz el favor de tirar todo lo que no necesites ahora mismo y ordenar el resto. No, no... nada de un cajón hoy y otro mañana. Todo de golpe. Ya verás como después lo ves todo mucho mejor y encuentras las cosas. 
Por supuesto la recursi de Marie no lo dice así, lo susurra con su voz de pánfila y su sonrisita de empujar ancianitas en la cola del autobús, y lo condimenta todo con unas gotitas de sabiduría oriental de garrafón para que las mentes idiotas se lo traguen:
- Ordena todo a la vez, así sentirás la magia de poner en orden tu vida y verás todo distinto. 
- Tira lo que no uses. Sujeta cada objeto entre tus manos y piensa ¿me hace feliz? Siente la conexión para saber si guardarlo o tirarlo. (Para esto, la absurda dice que no pongas música porque interfiere en el proceso... no he encontrado referencias a que diga que hay que hacerlo en ayunas y sin haber tenido sexo en una semana, pero seguro que también opina que es bueno).
- Antes de dejar el objeto en la pila de cosas a tirar, dale las gracias. "Queridos zapatos horrorosos que me regaló mi tía Prudencia y no me he puesto jamás, gracias por dejar sitio para mis nuevas zapatillas en el armario". "Querido libro sobre recetas con arroz y miso, gracias por haberme dado la oportunidad de saber que odio el arroz y no sé lo que es el miso". 
- Organiza una fiesta de despedida para las cosas que vas a dar. "Goodbye partie" lo llama ella, con dos cojones. Yo le digo, Marie ya que te pones hazlo a lo grande. Además de la goodbye partie, monta una procesión al punto limpio con sus pasos y sus nazarenos. ¿No querías mística? 
Marie, ("llamadme Konmari") no contenta con esta charlatanería y como es una profesional, mientras suelta todas estas perogrulladas hace juegos de manos. ¿Esconde cartas? ¿Hace desaparecer figuritas del kinder sorpresa que se reproducen por casa? ¿Consigue emparejar todos los rotus con sus tapas? ¿Ordena alfabéticamente los tarros de la despensa? 
No. 
Dobla camisetas, calcetines y sujetadores. 
¿De alguna manera especial? 
Sí, perdiendo muchísimo el tiempo, haciendo mucho el canelo y ¡atentos! transmitiendo a la prenda, en el momento en que está doblada, su agradecimiento y pensamientos positivos. 
¿Se puede ser más idiota? 
Sí. La pánfila de Marie se está ganando la vida. Tima a la gente pero se está buscando las habichuelas para comer (seguro que miso). Si viviéramos en un mundo de gente medianamente inteligente, Marie estaría doblando camisetas de cualquier gran almacén, hablándoles o no, pero ganando un sueldo por su trabajo. 
Como resulta que vivimos en un mundo en el que cada vez somos más infantiles, creemos más en un mundo mágico de luz y de color en el que todo es bonito y precioso y todo es felicidad y sonrisas... somos carne fácil. Estamos esperando que alguien venga con un "poco de azúcar" y nos diga que todo es estupendo y que con la ley del mínimo esfuerzo todo saldrá bien. Somos carne de cañón para estafadores, vendemotos, vendehúmos, charlatanes y prestidigitadores de las palabras huecas. 
Ordenar es un puto coñazo, pero hay que hacerlo. Y no, no te cambia la vida, con un poco de suerte encontrarás algo que creías que habías perdido. Tu criterio por ejemplo.  
A ver si espabilamos y empezamos a quemar brujas... apuesto a que Marie flota.  

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