‘Magic Mike’ – Vaya fiasco, ni magic ni nada que se le parezca

Antes de ver Magic Mike, me dió por leer una crítica (o reseña) que pululaba por la red y eso que no lo suelo hacer para no crearme “expectativas” (aunque la expectativa de esta peli era ver a hombres “strippers”), pero bueno, entre varias, finalmente decidí verla porque según decían “algunos” bailaban bien. Bueno, si, y Natelie Portman en Cisne Negro también, ese era su papel, igual que el de Tatum, Mangianello o hasta McCounaghey tienen que hacer aqui (que digo yo, que para eso les pagan, para actuar, sea de strippers o de niños buenos).

Nos encontramos a un Soderbergh flojo flojito, que parece que ha hecho la peli para sacar dinero en la taquilla solamente a las féminas (si, como yo) frente a un despliegue enorme de abdominales, músculos y tangas minúsculos.

Es cierto que se hacen muy pocas películas sobre esta profesión enfocada al desnudo de hombres, pero hombre……el argumento es el mismo que muchas otras películas, solo que esta vez el protagonista se desnuda para ganar dinero, y ademas, los supuestos bailecitos que se montan son como para que los integrantes estén en un programa de baile en lugar de en uno en el que quitarse la ropa.

Tatum tiene la misma cara, los mismos gestos insípidos que en sus anteriores películas (me da igual que sea G.I. Joe o Querido John) y además la personalidad de “Magic Mike” (aún sigo sin encontrar el porqué del “Magic”) es insípida por momentos. El niño (Alex Pettyfer) es insulso desde el principio hasta el final, comentiendo los mismos errores que hemos visto película tras película, en la que el supuesto héroe tiene que caer para ser quien finalmente acaba siendo. McCounaghey se desmarca bastante de los papeles a los que nos tiene acostumbrados, y sí, es la única sorpresa de este film que huele a que pasará sin pena ni gloria por los cines (si exceptuamos claro está, la cantidad de carne que se enseña por minuto).

Bueno, y de las chicas del film, mejor ni hablar, ni se me ocurren adjetivos para el comportamiento de la hermana de El niño (Cody Horn) o de la psicóloga en ciernes que hace estudios de comportamiento humano (Olivia Munn). De las otras, ya ni hablo, ya que pasan como meras figurantes en los larguísimos 110 minutos que dura la película.

Soderbergh últimamente se luce en sus películas (en mi opinión), que nos lleva de una película soporífera (vaya desastre que fue Contagio) a un film inaguantable, por muy buen cuerpecito que tengan sus protagonistas (y eso que me encanta ver a Mangianello sin camiseta en True Blood), pero es que cansina no llega a describir mínimamente el aburrimiento que me causó esta película, ni siquiera esforzándome en pensar solo en las “tabletas de chocolate” que lucen todos los strippers.

En resumen, un descalabro por parte de toda la plantilla. Nos han vendido en la publicidad una gran película, y lo único que tiene de grande es………(el ego de su director, mal pensados), la película no, desde luego. Insulsa, insípida, aburrida, eterna, cansina y ni siquiera los bailes o los desnudos (parciales, por supuesto, que al fin y al cabo ni siquiera llega a ser transgresor y poner “toda la chicha en el asador”) llegan a ser suficientes como para no arrepentirse de haber visto esta horrenda película. Mala, mala, huir de ella como de la peste.

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