Revista Cine

Majuela cinéfila 1. amarga victoria

Publicado el 03 diciembre 2013 por Ganarseunacre @ganarseunacre

AMARGA VICTORIA  (Dark Victory, 1939)
Edmund Goulding
MAJUELA CINÉFILA 1. AMARGA VICTORIA

Entre 1932 y 1949 Bette Davis trabaja en exclusiva para Warner Bross y protagoniza casi sesenta películas.Más tarde hace obras tan importantes como “Eva al desnudo” (All About Eve, 1950), de Joseph L. Mankiewicz, y “¿Qué fue de Baby Jane?” (What Ever Happened to Baby Jane?, 1962), de Robert Aldrich, pero el período Warner es el mejor de su larga carrera tanto por la calidad como por la cantidad de sus películas. Sus cada vez peores relaciones con el productor Jack L. Warner, el excesivo trabajo y no gustarle los guiones que rueda, hacen que Bette Davis llegue a detestarlo. Como claro ejemplo de su error pueden señalarse los cuatro melodramas que, a finales de los años 30 y principios de los 40, rueda bajo la dirección del imaginativo Edmund Goulding (1891-1959). That Certain Woman (1937), nueva versión de “La intrusa” (The Trespasser, 1929), primera película sonora de Goulding; “La solterona” (The Old Maid, 1939), basada en una novela de Edith Warton convertida en guión por Casey Robinson; “La gran mentira” (The Great Lie, 1941), sobre un novelón de Polan Banks; y sobre todo Amarga victoria. Basada en una obra de teatro de George Brewer y Bertram Bloch, y de nuevo convertida en guión por el eficaz Casey Robinson, Amarga victoria tiene la ventaja sobre las otras tres de no girar en torno a madres solteras, hijos sin padre y herencias. Sin embargo, no se libra de estar protagonizada por George Brent, un inexpresivo actor, con quien Bette Davis trabaja en demasiadas ocasiones, que además con el tiempo se ha pasado de moda. Judith Trábeme es una joven de 23 años de Long Island sólo interesada por la equitación, los caballos, las fiestas y los hombres. En uno de los habituales comienzos de película Warner, donde se da gran cantidad de información, no sólo se narra esto, sino que tiene frecuentes dolores de cabeza, le ocurre algo raro al saltar un obstáculo a caballo y chocacon él y finalmente se cae rodando por una escalera.
Tras este primer bloque, y de forma menos precipitada, aparece el doctor Fred Steele, un neurocirujano de primera fila que, cansado de la práctica de la medicina, va a irse al campo a investigar las células cerebrales. En una larga y excelente escena, narrada más como una pelea matrimonial que como una visita al médico, la impulsiva Judith Traherne es examinada por el desencantado doctor. Le diagnostica un tumor cerebral y decide olvidar sus proyectos y operarla, dado que para entonces ya están profundamente enamorados. La historia da un nuevo giro cuando la operación resulta un éxito, pero como el tumor es maligno, la paciente morirá pocos meses después. El doctor Fred Steele y Ann King, la mejor amiga de Judith Traherne, se ponen de acuerdo para que no se entere y viva feliz sus últimos meses de vida, pero por un descuido de una enfermera ve su diagnóstico y cree que su amiga le ha pedido al doctor que se case con ella por piedad. Judith Traherne les abandona y vuelve a su vida disoluta a base de concursos hípicos, alcohol y hombres casados.

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