Si bien existen tratamientos y formas de prolongar la vida de los niños que sufren problemas en el corazón, lo cierto es que una vez identificada la enfermedad la calidad de vida que llevará por ejemplo el pequeño que use un marcapasos ya no será la misma, ya que este tipo de dispositivos actúan afectando la autopercepción infantil, lastimando el autoestima y disminuyendo la capacidad atlética de los niños que lo usan
Se ha comprobado que tanto los niños que usan marcapasos, que son implantes de dispositivos que regulan el ritmo cardíaco, como sus padres y familiares más cercanos sufren una peor calidad de vida comparados a los niños sanos que no necesitan estos métodos. Lo que es necesario en estos casos es un respaldo profesional y una buena psicoterapia.
El estudio que indica lo anterior ha sido desarrollado por los investigadores del Hospital Infantil de Cincinnati en los Estados Unidos y se contó con la participación de un total de 173 niños con problemas cardíacos, 40 de ellos llevaban un marcapasos y 133 un desfibrilador implantado. Sobre ellos se analizó la calidad de vida que llevaban comparándolos a niños con cardiopatías congénitas y a niños totalmente sanos, todos ellos con edades entre los 8 y los 18 años.
Además de las pruebas realizadas a los niños se les solicitó información a los padres mediante scuestionarios completos y se pudo comprobar que los menores con dispositivos cardíacos y sus familias tenían una calidad de vida mucho menor a la de los niños sanos, inclusive peor a los niños que sufrían enfermedades leves cardíacas del tipo congénito.
Lo que afecta su calidad de vida es un problema de autopercepción y una disminución en la autoestima de los niños, además de ver afectada su capacidad atlética por lo que no se sienten a la par de otros niños de su edad. Para los padres el principal problema es la conducta de sus hijos frente a sus problemas de salud. Ha destacado el hecho de que los niños que desfibriladores tenían aun menor puntuación en calidad de vida que los que llevaban un marcapasos.
Richard J. Czosek, autor del estudio, opina:
“Estos hallazgos deberían llevarnos a considerar el impacto negativo de los dispositivos, especialmente desfibriladores, en pacientes pediátricos, y desarrollar estrategias para mitigar estos efectos”.
Vía | ABC
Foto | Pablo S (Psj)
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Mala calidad de vida en niños que llevan un marcapasos