He pensado seriamente en muchas ocasiones en cambiar el tono del blog, y dedicarme a contar las lindezas que me gasto como mala madre que soy, pero al final tanta queja y tanta cosa mala aburre, así que decidí no hacerlo. Pero sin duda, soy una de esas de las que a mucha honra debería estar apuntada al club de las malas madres ese que he visto por ahi.
Y lo estaba pensando mientras me comía una chuche, cuando me ha venido a la cabeza el ultimo día de escoleta del niño, en el que fuimos cargados a la escoleta con una cesta enorme llena de chuches y unos globos foil hinchados con helio preciosos que me cargué rapidamente pintando con rotulador un "muchas" en uno y un "gracias" en otro, muy DIY, pero en la vertiente pinstruosa. Si no sabeis lo que es eso de pinstruoso pinchais en este enlace, que os vais a echar unas risas.
Bueno, eso, que me quedó cutre. Pero es que a mi el rollo pijo este DIY que se ve tanto por internet se me da como el culo. No se hacer cosas monas de cosas viejas, ni decorar cosas con gusto, ni se coser, ni nada de eso. Es más, lo de coser me saca de quicio y si el despido materno fuera posible, os aseguro que a mi me hubieran despedido sin previo aviso tras ver el desastre de capa de brujo que tuve que hacerle al niño para jayogüin.
Bueno, el caso es que nos tuvimos que ir de la escoleta después de dejarles un empacho de chuches para compartir, y nos tuvimos que ir con despedidas ligeras y rápidas. Que se pensarían las de la escoleta que vaya tia borde que casi ni dice adiós, y lo que pasaba era que si me quedo medio segundo más exploto y me pongo a berrear que ni el campeón de lloros de la escoleta en sus mejores días de niño del exorcista.
Y lloraba porque se acababa la escoleta donde ha estado tan bien y tan cuidado y todo tan estupendo con unas profes tan majas, y se nos iba al cole tremendus, que nos encontraremus!!!
Pero también lloraba porque estaba diciendo adios a una etapa que no va a volver, porque como soy una malamadre muy malamadre he decidido que nos plantamos en uno.
Que si, que le quiero mucho, y no hay cosa más bonita y más preciosa que mi bebote, pero que hay dias que llego del trabajo tan cansada que lo único que quiero es que se lo cene todo, se lave los dientes, o las orejas, o lo que sea que se pueda lavar, y se duerma pronto y sin lloros. Y otros días en los que el Lunes es el día de descanso después de un fin de semana agotador.
Y que si hay huelga o festivo y tenemos que lidiar con el niño en casa todo el día en un día lluvioso sin muchas alternativas al parque, se me hace cansino. Y esto por citar solo tres, porque haberlas haylas a montones.
Asi que si. Debería unirme al club ese de las malas madres y a mucha honra, porque aunque sea mu mala, soy la única que tiene, y además tan mala no soy, que las hay peores, que yo lo se. Muahmuahmuahmuah.
Con lo cual, y siendo un poco consecuente, creo que en uno nos plantamos. Porque si hay fines de semana, y puentes duros, tras los cuales la vuelta al curro es una salvación, y días malos malisimos, en los que parece que en vez de a un niño parece que tienes a un orco, no quiero ni pensar en como debe ser con dos.
Y ya me lo tomo a cachondeo, pero en los días malos no hace tanta gracia. Menos mal que la etapa de Mercurio en retrógrado esta por acabar y de esos días cada vez hay menos. Y para los frikis que quieran saber que es eso, pinchais el link.
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