Yo vivía en un barrio de la isla,
con campanas,
con relojes
con árboles.
Y una mañana todo ardía de agua
y una mañana las hogueras salían de los barrancos
desde entonces lodo
desde entonces polvo
desde entonces barro
y desde entonces muerte.
Bandidos con cámaras y esvásticas
bandidos con palas y piquetes
bandidos vestidos de frailes negros y bendiciendo
venían con coches de lujo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.
mandatarios traidores
mirad mi casa muerta
mirad mi isla rota
De cada casa muerta salen olas de agua ardiendo en vez de flores,
de cada hueco de mi barrio salen estallidos de barrios
de cada niño muerto sale una cuba de agua con ojos,
de cada crimen nacen manchas de barro
de cada barrote salen cadáveres.
Venid a ver la sangre por las calles
venid a ver la sangre por las aceras
venid a ver la sangre