Malos de película III: Idi Amin Dada
Idi Amin Dada fue dictador de Uganda entre 1971 y 1979.Y vosotros diréis: ¿Idi quién?, ¿Uganda está cerca de Sudáfrica o cerca de Somalia?
No preocuparse, que entre la wikipedia y servidora resolveremos todas vuestras dudas. Idi Amin Dada, antes de ser dictador y caníbal, fue soldado. Entró en el ejército británico, ya que por aquella época Uganda era una colonia del Imperio. Allí hizo una carrera meteórica, frenada sólo porque a los negros sólo se les permitía llegar a oficial. Cuando Uganda consiguió la independencia de los ingleses, Amin siguió su carrera hasta convertirse en coronel y luego jefe del ejército. Idi era un tiarrón de 1.93, una mole que había practicado boxeo, rugby y natación.
En 1965 Idi Amin Dada, ya jefe del ejército, se alía con el primer ministro ugandés para derrocar al rey, que tenía el bonito nombre de Mutesa II (no confundir con Mufasa, el de "El Rey León"):
Tras distanciarse del primer ministro, Idi Amin toma el poder y dice lo que dicen todos los jefes de ejércitos tras un golpe de Estado: que es sólo momentáneo, que ahora mismo convoca elecciones y que él lo que quiere es democracia, que es el mejor de los sistemas posibles. Una semana después de decir todo eso, Idi se nombra a sí mismo presidente de Uganda, comandante en jefe del ejército y reorganiza la justicia de modo que hasta los ministros estaban sujetos a los tribunales militares. Hasta ese momento, lo típico de cualquier dictador. Pero ahora empieza la diversión.
Idi purga el país de posibles enemigos a su causa: que si disidentes políticos, que si otras etnias, que si ejecutivos, que si líderes religiosos, que si homosexuales, que si artistas, que si tú que una vez fui a pedirte sal y me dijiste que no tenías... Tantos que no se sabe a ciencia cierta cuánta gente murió durante los años de la dictadura, la cosa está entre 80.000 y 300.000. Además expulsó a los ugandeses de origen asiático, casi todos indios que llevaban generaciones viviendo en Uganda, ya que habían llegado allí en la época del imperio británico.
Además de cruel, Idi Amin Dada era un tipo excéntrico y encantado de tener poder. Tanto que se autoproclamó: "Su Excelencia el presidente vitalicio, mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin Dada, señor de todas las bestias de la tierra y peces del mar y conquistador del imperio británico en África en general y en Uganda en particular".
Estos son los hechos probados. Y luego está la leyenda negra, según la cual el dictador, además de asesinar así al buen tuntún, también era caníbal, sádico y aficionado a la magia negra, de ahí que se diera credibilidad a cosas como ésta:
Una de sus mujeres, Kay, abortó sin su permiso así que el ingenioso Amín la mandó asesinar, descuartizar y ordenó después que, en presencia de todos sus hijos, el cuerpo de Kay fuera cosido con los brazos y piernas cambiados de lugar —derecha por izquierda— para que sirviera de escarmiento.
O como ésta:
el presidente Amin comió parte del hígado del que fue su ministro de Asuntos Exteriores Michael Onadaga para "ahuyentar" los malos espíritus.
El director Barbet Schroeder, que en su carrera ha hecho desde "Mujer blanca, soltera, busca", hasta "El misterio Von Bullow" y algún capítulo de "Mad men", rodó en 1974 el documental "General Idi Amin Dada, an autoportrait", de su experiencia allí contó cosas como ésta:
"en Kampala la electricidad se iba muchas veces porque las turbinas generadoras se atascaban con los cadáveres que los cocodrilos no se comían".
Obviamente el cine ha adaptado la vida de Idi Amin. La película más conocida es "El último rey de Escocia" (2006), bastante olvidable si no fuera porque salen Scully de rubia y James Mac Avoy tan joven que parece una niña. Pero quien de verdad se luce en "El último rey de Escocia" es Forest Whitaker, interpretando a Idi Amin Dada:
Ejercicio de agudeza visual: ¿quién es Forest y quién es Idi?
Otra adaptación de la vida del dictador es "Rise and fall of Amin" (Triunfo y caída de Idi Amin), una coproducción entre Kenya, Nigeria y Reino Unido y película de culto del exploitation donde, por supuesto, Idi se hincha a guardar cabezas de enemigos en su congelador, cortar orejas, e incluso se come una loncha de un muerto. Una loncha, por cierto, sospechosamente parecida a una loncha de jamón serrano:
En 1979 Idi Amin Dada, pese a sus esfuerzos por matar a cualquier posible disidente, fue depuesto. Podríais pensar entonces que le juzgaron, que le asesinaron o que pasó la vida huyendo. Pues no. Le acogieron en Arabia Saudí, donde pasó el resto de su vida, cómodamente instalado en un hotel y recibiendo una asignación mensual a cambio de no volver a la política. Siguió casándose y teniendo hijos (entre 30 y 45 en total) hasta que murió en el año 2003. Para que luego digan que existe la justicia poética.