Revista Opinión

Malos propósitos para el nuevo año

Publicado el 02 enero 2012 por Cavalleto

No, por nada, sólo por tocar un poco los cojones al personal, que para eso este es mi blog y yo soy el mejor troll que escribe en él. Solo por llevarle la contraria a todos los que ahora se están proponiendo nuevos proyectos para llevar a cabo en el nuevo año.

Malos propósitos para el nuevo año

Que si, que lo entiendo, que mucha gente aprovecha que cambia la hoja del calendario para darse otra oportunidad en la vida, se aplican eso de “borrón y cuenta nueva”. Pero cuando ya ves los 35 años allí a lo lejos te das cuenta que a estas alturas poco podrás cambiar de tu forma de ser. Si, quizás podrás añadir alguna manía nueva, volverte todavía más cascarrabias, ser más tocapelotas con amigos y familia. Pero lo que se dice mejorar… lo dudo.

¿Cuantos conoces que se animen a aprender un idioma nuevo a los 35 años y lo consigan? No, tú no cuentas que tú estudiaste inglés en Opening y así te ha ido. Me refiero a que si alguien puede comenzar de nuevo en la vida a esa edad. Por ejemplo, yo que soy el tío más inútil con un instrumento musical, que tengo un oído en frente del otro, me encantaría comenzar de nuevo mi vida sabiendo (o al menos) aprendiendo a tocar un instrumento. El que sea, la guitarra, la trompeta, la batería o el cajón flamenco. Cualquier cosa. Pero es que dudo mucho que a mi edad y con esta cabeza dura que tengo supiera alcanzar metas tan alejadas como dominar un instrumento musical. Y quien dice un instrumento dice aprender un idioma. Porque si, chapurreo 2 o 3, pero no hablo bien ni el español que es mi lengua materna, no te digo las patadas que le doy al catalán o al inglés.

Por eso ya directamente voy a hacer malos propósitos para este año 2.012. Total, los mayas ya dijeron que esto se va a ir a tomar por saco a final de año, para qué me voy a molestar en hacer algo nuevo.

Lo primero que voy a hacer es ser todavía más antisocial. Reducir el número de amigos, recortar los contactos familiares, no devolver llamadas, borrarme de facebook y limitar el uso de twitter. Si, vale, mi vida es más divertida con esta compañía, pero uno es muy profesional y si me lo propongo lo conseguiré.

Dejaré de correr y preocuparme por mi salud. A tomar por culo el médico, la tensión alta, el colesterol y los kilos de más. Si me muero joven por sobrepeso ya le diré al de la funeraria que me encargue un ataúd más ancho o que me incinere dos veces por si queda carne sin quemar.

En internet voy a convertirme en el abogado del diablo de todas las causas que encuentre. Defenderé al gobierno en los recortes sociales, haré un poco el troll entre el movimiento #nolesvotes, inventaré noticias para confundir al personal…

El blog lo dedicaré en exclusiva a publicar noticias traducidas de un blog norcoreano que he descubierto estas navidades. Serán todas noticias de propaganda política del régimen comunista de Corea del Norte. Si, es cierto, no os va a interesar una mierda lo que publique, bueno, más o menos como ahora, pero al menos así mi blog sirve para la causa política de chaval este que ha heredado el país de su difunto padre, y que tiene cara de no tener ni puta idea de nada. Seguro que con mi ayuda acaba pillando un poco de qué va el tema.

Cada semana dedicaré un premio al “Gilipollas de la semana” a un amigo de la infancia. Alguno con el que haga ya años que no tengo contacto. Intentaré que sea alguno que me hizo la puñeta cuando éramos niños, como el que me elegía el último en el patio a la hora de hacer los equipos de fútbol, el que me gastaba novatadas cuando entré al instituto, el que no me dejaba colarme en la discoteca cuando no tenía 16 años… A todos esos que ya los tengo localizados en facebook, les redireccionaré el dominio www.gilipollasdelasemana.es a su perfil durante una semana. Será la venganza más dulce imaginable.

Ahora no me viene ninguna idea más, seguro que alguna se me ocurrirá, que yo cuando me pongo a ser malo soy muy malo. Yo devolvía las cintas sin rebobinar al videoclub, ya te imaginas qué tipo de gentuza soy.

Ah, se me olvidaba, que el 2.012 sea el peor año de tu puta vida.

Un saludo


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