Revista Viajes
Ha llegado un nuevo día de viaje, uno de esos días en los que al sonar el despertador sólo puedes notar ilusión. Un día en el que te puedes permitir olvidar la larga semana trabajo. En mi caso he tenido que cerrar tantos temas esta semana antes de irme que no había tenido tiempo ni de hacer la maleta, cosa que he hecho esta misma mañana antes de salir hacia el aeropuerto. Es la primera vez que voy tan apurada. Normalmente me gusta planificar bien el viaje, haciendo un planning de los sitios que visitaré cada día, el modo para llegar a cada lugar, etc. En esta ocasión no me ha sido posible, el trabajo me ha absorbido y no ha habido manera de sacar tiempo, así que he imprimido unas rutas de autobuses por la isla y guía en mano iré decidiendo sobre la marcha.
El vuelo ha transcurrido sin problemas y al mediodía aterrizaba en Luqa. En el aeropuerto me esperaba un chófer con mi nombre, servicio que me había ofrecido Elanguest, la academia de idiomas con la que realizaré el curso intensivo de inglés y que me ha proporcionado también el alojamiento en el apartamento situado a escasos metros de la escuela, en St. Julian's. Así que vamos para allá. Entro en el apartamento y me parece muy correcto. Es muy amplio y con mucha luz, me gusta. Además su ubicación es perfecta, en el centro de St. Julian's.
Dejo mis cosas en el apartamento y sin tiempo para acomodarme salgo a comer algo y a comprar algo de comida para cocinar durante los próximos días.
Mi intención para hoy es conocer St. Julian's, la ciudad que me acogerá durante una semana y la Valletta (a unos 14km). Debo decir que en Malta las distancias son cortas pero los trayectos en bus tardan bastante porque dan muchas vueltas y hacen muchísimas paradas.
Doy una vuelta por St. Julian's y me parece un sitio bonito con su bahía y la estampa que crean los barcos. Se ve un sitio muy animado con muchos comercios, restaurantes y pubs, ¿será demasiado animado? St. Julian's tiene una parte llena de sitios de comida rápida, pubs, etc. Y otra algo más glamurosa con tiendas, lounge y locales algo más tranquilos.
Me dirijo a la parada de bus y enseguida viene el 12. Monto, pago 1,50 y hacia la Valletta. El precio del billete te permite viajar las veces que quieras durante ese día a los destinos que desees dentro de Malta, así que no lo tiréis porque os servirá para la vuelta o bien para múltiples trayectos durante el día, la verdad es que está muy muy bien. Bajo en la última parada, en la estación de buses. De allí hacia Republic Street, una calle peatonal llena de tiendas y lugares turísticos a visitar.
Durante mi paso por Republic Street voy encontrando:
- Auberge de Castille et Leon. Se trata de una antigua hospedería para los caballeros de Castilla y León y Portugal.
- Museo de Arqueología, Encontraremos restos de los yacimientos megalíticos de la isla.
- St John's Cathedral, Se puede visitar la catedral, el oratorio y el museo que contiene joyas eclesiásticas y tapices.
- Church St Paul's Shipwreck, Iglesia que se ha convertido en uno de los lugares de culto más importantes de la isla.
- La biblioteca, Contiene archivo con información sobre caballeros hospitalarios (el más antiguo de 1107) y obras maltesas.
- Grandmaster's palace, Es el palacio de la sede del Parlamento maltés, antiguamente fue la sede de la orden de San Juan que controlaba las operaciones diplomáticas y comerciales. Actualmente se puede visitar la exposición de armaduras y los salones oficiales.
- Casa Rocca Piccola. Palacio del sXVI que te muestra el estilo de vida de la nobleza de Malta.
- Lower Barraka Gardens. Jardines con unas fabulosas vistas al Fort St Angelo, Grand Harbour y Great Siege Bell (campana en honor a las 7000 personas que perdieron la vida en la II Guerra Mundial). Grand Harbour, el puerto, es la imagen más emblemática de la Valletta, con los barcos pasando por el fort St. Angelo, una estampa que no te cansas de contemplar.
-Fort Sant Elmo. Se trata de un emplazamiento defensivo. Las fortificaciones de Valletta constituyen una ciudadela que ha sufrido pocos cambios desde el siglo XVI y forman parte de la imagen de la ciudad. En este mismo punto también encontramos el National war museum con documentos y fotografías de la II Guerra Mundial.
Y por la calle me sorprendió ver máquinas expendedoras de zumo de naranja, ¡buena idea!
Fue un gustazo pasear tranquilamente por las calles tranquilas de la ciudadela de Valletta e ir descubriendo sus rincones históricos más emblemáticos. El casco antiguo quedó visitado pero Valletta da para más y dejo para otro día la visita a la zona del muelle de ferrys.
Vuelvo a la parada de autobuses, cojo el 12 y de camino a St Julian's puedo ver algo de Sliema desde el bus, lugar que visitaré otro día.
Fin del primer día, un día que me ha gustado mucho, no esperaba tanto de Valletta ni de St. Julian's. ¡Ha sido un buen comienzo de viaje!