“Mamá está en la peluquería”: El despertar de la inocencia

[6/10] Llega el verano y con él las vacaciones para tres hermanos soñadores. La mayor planea aprender a pescar, el mediano construir un coche de motor y el pequeño seguir jugando con sus fantásticos muñecos. Todo es felicidad en una familia acomodada y culta, en un hogar placentero donde la madre es periodista y el padre trabaja como médico. Pero negros nubarrones amenazan con romper la estabilidad familiar, a la vez que despiertan a la madurez a una Élise que nos evoca el último verano pasado junto al río. “Mamá está en la peluquería” es la crónica de un matrimonio carcomido, y también de una joven que se niega a ir a un internado escolar o a quedarse en otro que hasta ahora era su plácido cascarón familiar.

Una historia de iniciación en que una adolescente a la que le gusta disfrutar de la libertad de ir descalza –símbolo también de inocencia– contempla una sociedad se viene abajo, un matrimonio y una familia que se resquebrajan, una edad de juegos infantiles e historias de princesas que aburren, y unos miedos al “hombre de la mancha” que dejan paso a la realidad más dura y cotidiana. Son los años sesenta y eso es fundamental para acercarse a esta película, en la que las apariencias desdicen la verdad profunda de los mayores y donde los niños aprenden a querer al que es diferente. Por eso, el buen diseño de producción, con acertado vestuario y decorados de época, con un trabajo de sonido que nos introduce en el periodo estival y en la Naturaleza, con un colorido amable y luminoso y una fotografía que refuerza el tono naïf… ayudan a crear una atmósfera que se va transformando con la climatología y con el mismo interior de Élise.

La joven protagonista navega en el desconcierto ante un padre infiel y una madre frágil y huidiza, ante un Sr. Mouche y un hermano pequeño que, en cierto sentido, viven en otro mundo. Suyos son los mejores momentos –especialmente en su relación con el mencionado Sr. Mouche (Mosca)– porque interioriza nos deja ver cómo se transforma su alma, y porque nos ayuda a pasar el verano y a esperar que el nuevo curso traiga una paz más duradera. Contribuye a ello la buena interpretación de Marianne Fortier, aunque el casting tendría que haber elegido a alguien más joven que hiciera verosímil su ingenuidad –aunque nos situemos en los sesenta–, con una ignorancia y complejo de culpa por la marcha de su madre poco creíbles, por ejemplo.

También convence el dibujo coherente y uniforme de Benoît –el hijo más pequeño– y la dirección del niño actor, con las escenas más dramáticas y dolorosas por ser más también el más vulnerable y perjudicado por el fracaso matrimonial. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los padres, esbozados en el guión con trazos gruesos, simples e incomprensibles, aún tratándose de una realidad vista a través de los ojos de la hija adolescente: choca el affaire del padre –aunque esté tratado con delicadeza– y su falta de reacción, y más aún la estampida de una madre tan solícita poco antes, mientras que resulta un tanto impostada la intrusión de la patética madre y sus dos hijas gemelas tan de diseño y artificiosas.

La cinta conserva la pureza de la mirada infantil a pesar de varias faltas de continuidad en la evolución de los personajes, con algunos diálogos y reacciones que parecen haberse olvidado de la tragedia poco antes sufrida. Por eso, hay momentos en que parece que Léa Pool, su directora, nos está ofreciendo una acumulación de situaciones típicas del paso a la madurez, con algunos chispazos de comicidad y otros de gravedad, pero que no acaban de ensamblarse del todo en una película irregular, como tampoco lo hacen todas las piezas en la personalidad de la joven Élise. Una historia de una ruptura familiar tratada con sensibilidad y abierta a la esperanza, que tiene en su sencillez narrativa la mejor baza aunque no llegue a explotar todas las posibilidades dramáticas que encerraba.

Calificación: 6/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Mamá está en la peluquería” – Copyright © 2008 Equinoxe Productions. Distribuida en España por Festival Films. Todos los derechos reservados.

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