Revista En Femenino

Mamá, papá, abuelos… ¡Todos a una!

Por Mamaquesabe @mamaqsabe

Una de las cuestiones que puede crear más conflictos a la hora de educar a nuestros hijos es la diferencia de criterios educativos entre los propios miembros de la familia. Creo que si no existe unidad al respecto, el niño crece inseguro en relación a cómo debe comportarse, porque todavía no tiene la suficiente madurez para seleccionar un comportamiento para cada uno; los niños, que están aprendiendo y forjando las bases de su persona, deberían poder reconocer que pueden y deben ser como son y como están aprendiendo a ser delante de cualquier persona (incluso si ya no hablamos de familia). Si con mamá tengo que ser de una manera, con papá pudo ser de otra, y con los demás de otra diferente… ¿cómo soy en realidad? ¿cómo reconozco lo que esperan de mí? ¿cómo actúo ahora?

familia

¿Entendéis la sensación de inseguridad sobre la que quiero reflexionar? ¿Os imagináis lo que puede generar en el niño crecer así? Imaginemos un camino delante de un adulto que se bifurca en muchos caminitos… ¿cuál elijo? Ummmh, ese no, que no me lleva donde quiero; este tampoco porque es muy peligroso; éste otro sí se ajusta más a mí… ¡Pero eso no es capaz de pensarlo un niño! Es más sencillo para un niño en sus primeros años saber reconocer un único camino y poder ser como es y está aprendiendo a ser siempre. Sé que no os gusta muchas veces hablar de límites, pero yo prefiero reconocer un camino que me dé seguridad antes que encontrarme en medio de un desierto sin poder encontrar puntos de referencia que me ayuden a saber por dónde tengo que caminar; y entiendo que si yo lo prefiero, mis hijos, que tienen menos recursos emocionales que yo, también se sienten cómodos reconociendo que hay siempre un camino, y que es el suyo propio con lo que nosotros como padres estamos enseñándoles a descubrir.

En mi caso, por circunstancias familiares, toda la educación de mis hijos recae en mi marido y en mí, con lo que solo hemos tenido que llegar a acuerdos entre nosotros dos. Pero se trata de llegar a acuerdos que faciliten la convivencia y que unifiquen criterios educativos por el bien del niño, con lo que si hay que establecerlos con más personas, deberéis de intentarlo. Quizá la casualidad haga que todos esteis de acuerdo en seguir una misma línea educativa, pero esto se me antoja complicado porque todos somos tan diferentes y tenemos distintas visiones de las mismas cosas…

Implícito a establecer estos acuerdos va la mejora de relaciones de convivencia entre los adultos, porque no estaremos siempre entrando en roces porque uno quiere educar de una manera y otro de otra. Por ejemplo: yo quiero educar a mis hijos en la humildad, y aunque podemos comprarles muchas cositas, me gusta comprar las necesarias y que puedan disfrutar de sus antojos en circunstancias especiales; pero sus abuelos siempre quieren comprarles de todo… Yo lo que hago es que les dejo a los abuelos que disfruten de esa satisfacción, y que mis hijos sepan que con los abuelos hay esa flexibilidad. Al principio me rebelaba internamente a eso, pero empecé a darme cuenta de que tampoco era bueno que los limitara porque a ellos como abuelos les produce mucha satisfacción, y a mis hijos también. Entonces decidí que enseñaría a mis hijos a disfrutar de lo sencillo a diario y que existe la suficiente flexibilidad para con los abuelos recibir cosas extraordinarias sin dejar de saber que eso es algo extraordinario y como tal reconocerlo. Pero también hablo con los abuelos para que sepan que es importante ser comedidos, y que una revista o unos cromos les hacen la misma ilusión que algo más caro e innecesario.

Unidad familiar por el bien de los niños

Con mi marido sí tuve que llegar a acuerdos más minuciosos. Por ejemplo, a mí se me da mejor hacer uso de la paciencia y el diálogo, la gestión emocional de conflictos, así como todo aquello que tiene que ver con aprendizaje de conocimientos. Él siempre creía que hablaba demasiado, que dialogaba en exceso, pero ha tenido que reconocer que nos ha funcionado muy bien a nivel educativo con mi hijo, con lo que ahora con la peque no tenemos ningún roce al respecto porque confía en mi gestión. Pero con mi hijo mayor tuve más roces, hasta que un día le dije: mira, nos repartimos cosas en las que sabemos que somos excelentes; no es menospreciar lo que el otro podría hacer, sino reconocer aquello en lo que somos más valiosos para dar siempre lo mejor a nuestros hijos. A mí se me da fatal sacar el humor que a ellos les gusta, pero tú sabes hacerlo genial; en cambio se te da fatal solucionar conflictos (recurría a castigos que estaban muy desajustados, por poner un ejemplo) y eso es desmoralizador para alguien que hace muchas cosas geniales, pero que se puede equivocar en otras ocasiones. Así que le dije que no se molestara si le decía que no debía entrar en ese terreno porque ya estaba yo en él: si no vas a apoyar que puede haber otra forma de enseñar diferente a la que tú aprendiste, prefiero que te mantengas al margen. Pero nunca me contradigas, al igual que yo no lo haré contigo. Hablamos luego sin que estén presente los niños.

Así que tened en cuenta siempre que los niños se merecen crecer seguros y que podemos como adultos favorecer ese crecimiento haciendo uso también del diálogo y los acuerdos. Se trata de utilizar lo mejor que cada uno podemos aportar a su educación, y el reparto de terrenos puede ayudar. Pero tratad siempre de apoyaros los unos en los otros y nunca contradeciros. Los niños saldrán fortalecidos, y vosotros también. Sed flexibles con el otro, pero dialogar siempre de forma respetuosa y firme de que eso es solo por el bien de todos. Siempre podemos buscar una línea como padres educadores, y aprender a seguirla de forma flexible, ¿no creéis? Pero sobre todo, ser reflexivos también con vosotros mismos y reconocer las habilidades del otro, para cuando haya que apoyarlos también. No se trata solo de defender lo que cada uno hace, sino de comprender también lo valioso que el resto de miembros de la familia aportan.

¿Creéis que el reparto de terrenos puede favorecer la convivencia familiar? ¿Llegáis a acuerdos fácilmente buscando lo mejor para vuestros hijos?


Mamá, papá, abuelos… ¡Todos a una! Mamá, papá, abuelos… ¡Todos a una! Mamá, papá, abuelos… ¡Todos a una!

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