Después de unos días sin pasarme por aquí (aunque acordándome mucho de vosotros) os traigo doble ración de vuestra sección preferida: "Mamá, quiero ser..."; y es que cuando dos excelentes pediatras, y mejores compañeros blogosféricos y personas, se ofrecen a colaborar, una no se puede negar a nada. Así que aquí os traigo la primera entrega... y en unos minutos la segunda.
Para nuestra primera invitada, creo que como viene siendo costumbre por aquí sobran las presentaciones. Cuando yo me enteré hace unos meses de que uno de los blogs que más visitaba (Diario de una mamá pediatra) estaba escrito por la Dra.Amalia Arce, de quién oía excelencias por los pasillos de mi hospital, no me lo podía creer. Las semanas pasaron, y mi timidez hizo que nunca llegara a presentarme, pero durante todo este tiempo he tenido el placer de leerla, seguirla, y recibir muchísimos consejos. Si no conocéis su blog, por favor pasáos por él: pocas veces he visto a nadie llegar más y mejor no a los profesionales sanitarios, sino a los pacientes... y más sabiendo que sus pacientes son un poco especiales, porque vienen con familia incluída. Así que si sois mamás, papás, niños, estudiantes o simplemente queréis un buen lugar para leer adelante... y ahora acompañadnos.
¿Podrías contarnos cómo se organiza tu especialidad?
Pediatría es una residencia de 4 años (sin duda corta para todo lo que abarca). Las rotaciones incluyen: Urgencias (incluye nociones de Cirugía y Trauma), Consultas Externas, Atención Primaria, Hospitalización (tanto estancia corta como hospitalización convencional), Neonatos y Nursery, Cuidados Intensivos Pediátricos y rotación por subespecialidades.
Las primeras rotaciones son obligatorias mientras que las subespecialidades cuando yo hice la residencia se podían elegir (no tengo claro si en este momento se han establecido algunas obligatorias). Cada hospital tiene algunas variaciones en función de lo grande que sea, sus necesidades y las áreas en las que es más puntero. Las guardias son fundamentales y si el hospital es de tercer nivel, se combinan guardias en Urgencias con guardias en las Unidades de Intensivos (Pediátrica y Neonatal).
Las subespecialidades pediátricas no están reconocidas oficialmente, de forma que el título es Especialista en Pediatría y sus Áreas Específicas. La residencia ya es tan corta que si se quiere hacer una subespecialidad debe hacerse a posteriori. La aprobación de las subespecialidades tiene la oposición de las especialidades de adultos (para entendernos por ejemplo los cardiólogos no quieren que exista la cardiología pediátrica ya que es una opción laboral para ellos). De esta forma la subespecialidad que tiene más posibilidades reales de ser aprobada a medio plazo es Neonatología, que es puramente pediátrica. En la mayoría de subespecialidades creo que es mejor que sea un pediatra que se subespecialice (conservando los conocimientos generales en Pediatría) y no un especialista de adulto el que atienda a los niños, aunque esto es un tema que genera controversia.
¿Cambiarías algo en la organización ?Desde luego la duración. 4 años es muy poco tiempo para una especialidad tan amplia. La especialidad engloba aspectos que en el adulto equivalen a dos especialidades: Medicina Familiar y Comunitaria y Medicina Interna. Así que imagínate lo que hay que aprender en un corto espacio de tiempo.
¿Qué debe tener alguien para ser pediatra? ¿Qué no?Lógicamente te tienen que gustar los niños y también las actividades preventivas. Pienso que con los años hay que conservar la capacidad, a pesar de ir haciéndose mayor, de ver las cosas a través de los ojos de los niños. Hay que tener bastante paciencia en algunas ocasiones (para explorar a un niño que llora, para explicar las cosas a familias angustiadas, etc) y también creo que es interesante tener conciencia social ante las infancias desprotegidas.
¿Qué crees que es lo mejor y lo peor de la Pediatría?Lo mejor es que tus pacientes se recuperan como nadie, la capacidad de superación y de salir airoso en la infancia es mucho mayor. El hecho de tratar con niños y jóvenes creo que alienta el optimismo, algo muy positivo en medicina. Lo peor es cuando las cosas no van bien y los niños quedan con secuelas o incluso fallecen. Otro aspecto que puede ser tanto de lo mejor como de lo peor es que los niños pequeños tienen como interlocutores a los adultos, de forma que hay que saber manejar también la relación con ellos. Hoy en día, el estrés y la ansiedad entre los padres recientes es el pan nuestro de cada día. La gente quiere resolver los problemas aquí y ahora en una sociedad donde los hijos son los bienes más preciados.
¿Era ésta tu primera opción al hacer el MIR? ¿Cuándo y cómo supiste que era lo que querías hacer?Sí, era mi primera opción. Siempre me había gustado y me encantó cuando hice la asignatura. A partir de ahí (5º de carrera), lo tuve más o menos claro.
¿Qué otras opciones barajaste si no conseguías plaza?En el año 99 Pediatría todavía era una opción “asequible”, justo entonces se empezó a poner de moda…Me gustaba mucho Cardiología, también Obstetrícia y Ginecología y tanto Medicina Interna como Medicina de Familia. Gine lo descarté por tener quirófano. No me gusta nada el quirófano….Dudé un poco a última hora con Cardio, pero me tiraron más los niños. Para quitarme el gusanillo hice una rotación por Cardiología Pediátrica que también me encantó.
¿Alguna vez te has arrepentido de haberla escogido? JAMÁS!!! Más bien al contrario, tanto la especialidad como el hospital fueron de las mejores elecciones que he hecho en mi vida!!. Me formé en un hospital exclusivamente pediátrico, de forma que mi único contacto con los adultos era con las señoras que parían. Recuerdo unos años después, al empezar a trabajar en un hospital general, pasar por Urgencias generales para llegar a nuestra pequeña parte de Pediatría y temblar por lo que allí veía….Creo que fue la reafirmación definitiva de que había elegido bien.
… si la respuesta es que no, ¿aún así te gustaría haber estudiado también alguna otra especialidad (o hacerlo en el futuro)?No, no, jeje
Si alguien quiere seguir tus pasos, ¿le recomiendas alguna preparación extra, algún hospital donde hacer la residencia, etc.?Aunque los hospitales pequeños tienen sus ventajas, creo que de cara a la formación es mucho mejor un hospital de tercer nivel. Yo me formé en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y me parece de lo mejorcito que hay en nuestro país.
… ¿y podrías recomendar algún libro, blog o web dónde conocer mejor la especialidad o a otros profesionales como tú?Blogs interesantes: Pediatría Basada en Pruebas, Reflexiones de un pediatra curtido, Hijos de Eva y Adán, entre otros…es muy difícil citar a todo el mundo, pero se están escribiendo cosas muy interesantes en la red. Más oficial, se puede consultar la página web de la Asociación Española de Pediatría y las de sus filiales.
Véndenos tu especialidad en 5 palabras. Nada como ver crecer vida
Para llegar aquí, además de tu licenciatura debiste pasar por el “temido MIR”, así que hablemos un poco de él: ¿Es para tanto? Es una oposición muy dura, hay que ser muy constante y tenaz.
¿Te parece el MIR un sistema justo de asignación de plazas?, ¿cambiarías algo en él?Me parece lo más justo y más en un país como el nuestro donde los enchufes y los chanchullos son tan frecuentes…jejeje
¿Cómo enfocaste tu preparación?, ¿volverías a hacerlo igual?Lo enfoqué desde el principio con la idea de ir a por todas y estudiar como nunca. Me parecía importante hacer un esfuerzo intenso y sacarlo a la primera. Me preparé por mi cuenta, no me gustaba el ambiente de competitividad que se fomentaba en las academias. Me pareció que no había mucho más secreto que estudiar y si había sacado la carrera….. Me hice un planteamiento de 3 vueltas, me distribuí las semanas en función de las estadísticas sobre cada asignatura, repasaba y hacía simulacros los sábados y descansaba los domingos. Estudiaba entre 8 y 9 horas al día, e intentaba que los horarios fueran muy regulares. Lo tengo todo anotado en unas libretas…cuando lo he revisado en alguna ocasión he alucinado de ser capaz de todo eso…Claro que han pasado algunos años y la maternidad y todo eso y ya se me han muerto algunas neuronas, jeje!
¿Estabas muy agobiado o contabas con un colchón de seguridad por buen expediente?Se pasan fases. Semanas más optimistas y semanas peores. Es bastante aconsejable no relacionarse demasiado con otros estudiantes con visión negativa (o con algunos que ya han hecho el MIR unas cuantas veces). Mi examen coincidió en unos años en los que hubo dos convocatorias (Familia y General). Cuando llevaba 3 meses de preparación me presenté al de Familia y saqué un número que quitaba el hipo: el 110. Me animé bastante, vi claro que se podía. Mi expediente era normalito, ni me subió ni me bajó la nota.
¿Obtuviste el puesto que necesitabas?, ¿crees que podrías haberlo hecho mejor o creías que lo harías peor?Obtuve el número suficiente (585) para hacer la especialidad que quería y en el hospital que quería, no se puede pedir más. Sufrí un poco en la asignación. Una de mis compañeras de clase también quería esa plaza y curiosidades del destino tenía el número 584, de forma que para mí era imprescindible que al llegar a nosotras siguieran quedando dos. Me quedé la última plaza….Los últimos 10 minutos fueron de infarto. Supongo que siempre se puede hacer mejor, de hecho obtuve exactamente la misma puntuación en el examen que 3 meses antes. Justo antes del examen viví una situación personal difícil (no relacionada con el estudio), supongo que pudo influir algo. Pero no me puedo quejar.
¿Es verdad que durante la residencia se olvida todo lo no tocante a tu especialidad?Un poco. También depende de qué especialidad curses. En Pediatría sigues estando bastante al día de muchas especialidades y de muchas patologías compartidas con el adulto. Y ésa es precisamente una de las cosas más enriquecedoras de ser pediatra.
Para terminar… ¿podrías mandar un consejo a todos los que están/estamos ahora preparando la oposición?Estudia, estudia, estudia, pero teniendo en cuenta que esto es una carrera de resistencia, así que hay que guardar fuerzas para el final. Lo que decía, intentar no mezclarse ni con pesimistas ni con personas muy competitivas porque deterioran las buenas energías. Y sobretodo ¡ánimo porque se puede!Amalia, una vez más ¡¡muchísimas gracias!!Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)