En cada país hay cosas buenas y cosas malas, y sé que mi país, no es precisamente destino de vacaciones de muchos de vosotros, aunque yo conozco algunos que quieren ir a visitar Rumanía y os prometo que vamos a ir, pero os aseguro que hay un montón de cosas bonitas por ver y de la comida ya no os digo nada.
Hay muchos sitios por ver, y necesitaría mas de un post para presentar todos esos sitios, pero voy a ser muy breve, y he escogido algunos mas emblemáticos para mí:
- En la zona donde vivo yo, Maramures, las casas tienen unas puertas de madera todas talladas a mano que son impresionantes, luego hay un cementerio, el cementerio Alegre, donde todas las lápidas tienen unos dibujos hablando de la vida del fallecido, y por lo último hay un ferrocarril muy antiguo que sigue funcionando y tiene una ruta de varias horas por los Carpatos con unas vistas de sueño.
- En el centro, si sigues la ruta del Transfagarasan, y es una de las rutas más bonitas del mundo, llegas al castillo Bran, el del Drácula, que seguro habéis escuchado hablar de él en más de una ocasión.
- En el norte hay unos monasterios antiguos muy bonitos, y donde la paz te llega al alma enseguida.
- La capital tiene un edificio muy grande que incluso se ve desde la Luna, la Casa Poporului.
- Las playas también tiene su encanto, aunque tengo que reconocer que yo soy mas de montaña, pero el que llega por allí tiene que visitar el Casino de Constanta.
- La desembocadura del rio Danubio, es patrimonio de la humanidad. Es una zona espectacular, donde hay que estar varios días para ver todo.
Yo podría seguir escribir horas sobre mi país, reconozco que estoy muy orgullosa del sitio donde nací, pero os he prometido una receta y voy a cumplir con mi palabra.
Se dice que cuando te quieres casar, y me refiero a las chicas, tienes que saber hacer este plato, pues mi casa casi siempre cocino yo, pero en este caso, y no os puedo explicar porque y llevo bastante tiempo casada ya, mi marido es el encargado de hacer este plato, tal vez sea por el hecho de que a él le sale mejor o por el hecho de que me encanta verlo entre fogones, ya que no pasa muy a menudo.
Ingredientes:
- 300 gr de queso.
- 300 gr de chorizo.
- 350 gr de harina de maíz.
- 1,5 l agua.
- Un poco de tocino.
- Una pizca de sal.
Preparación:
En una olla se pone a hervir un litro y medio de agua con sal. Cuando está hirviendo, se le va añadiendo poco a poco, sin dejar de mezclar, la harina de maíz, con cuidado que no se hagan grumos, hasta que espese un poco, y se deja a fuego lento unos 10 minutos removiendo de vez en cuando para que no se pegue a la olla.
Mientras, en una sartén se ponen a freir el chorizo y el tocino (yo utilizo casero) cortado en taquitos hasta que se fríen un poco.
En un bol o una fuente, se pone una capa de queso. Yo suelo utilizar un queso casero de oveja, que lo hace mi madre, pero si no tengo de ese, he utilizado algún queso curado que luego he rallado. En encima, se pone una capa de chorizo y tocino, incluyendo la salsa, y luego otra capa de mamaliga, o sea de la mezcla de harina de maíz, y a si vamos repitiendo unas 3 veces más o menos, como si fuera una lasagña, terminando con una buena capa de queso y chorizo. Por favor si lo vais a hacer, comprar productos artesanos que son mas indicados para este plato, de hecho todos los ingredientes que he utilizado son hecho por mi madre.
Espero que os guste mucho la mamaliga, es un plato que se come mucho en Rumania. Se puede preparar en combinación con otros ingredientes, que poco a poco os iré contando.
Luego me contáis si os ha gustado o no.