Mami Lou: exceso de azúcar para una rockera

Me gustan las cazadoras de piel, los tacones de 14 centímetros, los pitillos, las minifaldas, Tarantino y CSI. Así que sabiendo esto, entendereis que para mi gusto, tanto el Willows en Las Arenas, como Mami Lou en Bilbao, son demasiado pastelones para mi gusto. Entiendo el público objetivo al que se dirigen (no lo pienso describir tal como me pasa por la cabeza) y por ello, la semana pasada fui a tomar un café con una amiga del colegio a la que hacia años que no veía, y ver cómo es, intentando que el local no condicionara mi experiencia con sus productos.
Nada más entrar, el entorno ya hizo que se nos disparara el azúcar: todo estaba decorado com una casa de muñecas, con estampados de florecitas, tonos pastel, luz muy cálida, y una chica tras el mostrador que casi casi te daba aire con el movimiento de pestañas y esa sonrisa de camarera americana que sirve tortitas. Con un tono muy bajito, y una voz (excesivamente) dulce, nos preguntó qué queríamos, y entre que estábamos las dos algo incómodas, y que no teníamos ni idea de que pedir (vale, vino está claro que no tienen) le pedimos un par de minutos. Tras mirar la carta, la camarera se fue a tender a una señora con unos cupcakes, y un chico jovencito (con delantal con pastelitos) siguió con nosotras:
-"Yo un café con leche, y un cupcake de limón"- shit, se me olvidó pedirle descafeinado, y esa noche no me dormí hasta las tres de la mañana!-"yo estoy entre estos dos tés, ¿cual me recomiendas?- mi amiga indecisa-"Pues a mi me gusta más el de frutos rojos, pero te doy a oler los dos botes a ver qué te parece"- buena idea!
Nos dijeron que en la parte de arriba había una mesita libre para dos, y que ellos mismos nos subían lo que habíamos pedido. Nada más subir, mi amiga y yo casi nos damos en el techo (y eso que íbamos las dos en Converse), vale que pasamos un poco la media española de altura. Y el chico vino con el café (que no debí tomarme), el té que nos recomendó dejáramos reposar unos 5 minutos, y mi cupcake.
MAMI LOU CUPCAKEC/ Barraincua, 7. Bilbao
Un local para chicas, en el cual los cuatro hombres que vi, venían para contentar a su novias, viendo como uno intentaba atender a su compañera, mientras se sujetaba la cabeza como podía, dos andaban pendientes del móvil, y el cuarto, esperaba fuera a que su chica comprase los "cupcakes".Me parece una moda que viene tras los muffins y los macarons, y que ahora intentan hacerse un hueco en el mercado: y lo hay. Es como entrar en un cuento de Hansel y Gretel, versión 2012, con cupcakes con gominolas, galletas Oreo y Kit Kat, vamos de lo más tradicional. El café, como el de tantas otras cafeterías, los cupcakes, muy logrados tanto a la vista como al paladar, eso si, excesivo el precio para ser una magdalena con colorante y una frambuesa reblandecida. Mi amiga se tomó el té, a pesar de que dijo que era excesivamente dulce, cosa que no se esperaba ya que el camarero le dijo lo contrario.Lo dicho, harta estoy de estos pasteles que te suben la glucosa nada más oír le nombre, pero sé que a muchas de vosotras os encanta este tipo de locales, y quizás la pega de Mami Lou sea que está un pelín a desmano.Café con leche+té de frutos rojos+ cupcake de limón, 5,60€Cupcakes, 2,50€