Cómo es posible que nos tragáramos de verdad que somos octava potencia mundial, o que todos podíamos tener el mismo móvil que Bill Gates (o Steve Jobs, mejor dicho). Que cualquier alcalde de cualquier ciudad española, por pequeña que fuese tenía derecho a inaugurar grandes infraestructuras, presidir eventos deportivos o congresos vacíos de significado cual emperador. El problema es que todos los que nos gobernaban en cualquier ámbito (local, provincial, autonómico...) se creían más cerca de esos jóvenes neoyorkinos que de la inmigrante. Parece que las lecciones de Historia, que ahora se ven recortadas y que los detractores de la Humanidades consideran obsoletas, se tornan imprescindibles. Si todos los que llevaban el timón del barco conocieran la historia de España quizás seguiríamos siendo "pobres" , eso que ahora se nos antoja un lujo.http://www.filmin.es/pelicula/mamut
