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Manchester United, acostumbrándose a ser uno más

Publicado el 20 abril 2020 por Trescuatrotres @tres4tres

Hablar del Manchester United es hacerlo del primer gran club de fútbol que abrió el camino del marketing y los ingresos alternativos. En ese sentido, se podría decir que fue el primer equipo convertido en gran multinacional. Se expandió más allá de las islas británicas para lanzar sus redes, principalmente, sobre el mercado asiático.

Eran tiempos de éxito como institución, que se veía reforzado por los éxitos deportivos. Entre 1986 y 2013, Alex Ferguson estuvo al frente del banquillo de los red devils. Fue una época tan larga, nada menos que 27 años, que resulta imposible que no tuviera altibajos, pero los 38 títulos conseguidos bajo su mandato, le convierten en uno de los grandes mitos de la historia del fútbol mundial. De hecho, en 2010 la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, le distinguió como mejor entrenador de todos los tiempos.

Con 13 títulos de Premier, dos Champions, una Intercontinental o un Mundial de Clubes en su haber, el United de Alex Ferguson se convirtió en el equipo más representativo de Inglaterra y uno de los más importantes de Europa. Al mismo tiempo que se convertía en el más rico.

Pero según avanzaba el siglo XXI, surgían clubes con dueños millonarios, otros equipos aprendían del United en lo referente a aprovechamiento de todas las posibles fuentes de ingreso, y Ferguson iba envejeciendo. Cuando en 2013 dejó el club, con 71 años y un último título de Premier en su bolsillo, cualquiera podía imaginar que la transición no iba a ser fácil.

Llegó David Moyes, con la idea de volver a iniciar otra época larga y exitosa. No obstante, el británico no terminó su primera temporada, sustituido por Ryan Giggs, que ejerció como jugador - entrenador hasta finalizar esa campaña. El United pasó en una temporada del primer al séptimo puesto, quedando fuera de las competiciones europeas en la siguiente temporada.

Manchester United, acostumbrándose a ser uno más
Ferguson levantando el título de la Premier League (fuente: AFP Photo)

Desde entonces, Van Gaal y, sobre todo, Mourinho, han mejorado ligeramente resultados, convirtiendo a este grande continental en un asiduo de la Europa League. De hecho, el mayor logro post-Ferguson fue esa Europa League de 2017, así como el segundo puesto en la Premier de 2018.

En la temporada 18-19, con la era de Mourinho acabada en lo deportivo y en lo institucional, el United buscó alguna figura que tuviera un significado especial para el club. Encontró a Ole Gunnar Solskjaer, que por entonces entrenaba con éxito al Molde noruego. Fue una operación extraña, que se cerró en forma de cesión. No obstante, su desempeño convenció a la afición red, a pesar de finalizar la Premier sextos, renovando contrato el pasado verano hasta 2022. A sus 47 años, Solskjaer sigue siendo babyface. Aunque su cabello empiece a ser más blanco que rubio, mantiene la cara de niño bueno. Y los aficionados siguen recordándole como uno de los goleadores de la mítica remontada de la final de la Champions del 99, y como un habitual revulsivo.

Para esta su primera temporada completa en el banquillo de Old Trafford, el club le reforzó la defensa gastando 140 millones de euros en Maguire y Wan Bissaka. Para colmo de dispendios, en invierno fichó por 55 millones de euros más al centrocampista ofensivo portugués Bruno Fernandes. Además, de momento es capaz de mantener en el equipo a jugadores con fichas altas y elevado valor de mercado, como Pogba, Rashford, Martial o De Gea. Así que, por capacidad económica no será... aunque la elección de fichajes en algunas temporadas no ha sido la más adecuada, gastando mucho dinero en jugadores que no lo merecían.

El noruego forma habitualmente con un 4-3-1-2, aunque en diversos partidos, sobre todo sobre rivales grandes, lo convierte en un 3-4-1-2 con dos carrileros. En ambos casos, los laterales son largos y tienen importancia tanto en ataque como en defensa. Con tres centrales, éstos les guardan más la espalda y posibilitan que los carrileros aprieten más arriba. También, independientemente de que juegue con dos o tres en el eje del centro del campo, suelen tener un perfil similar, principalmente de contención, trabajadores. Dejan la creatividad para el cabo suelto que conecta al centro del campo con los delanteros. Por otra parte, los dos atacantes no son arietes al uso, sino segundas puntas o falsos extremos que parten de posiciones alejadas del área para finalizar jugadas ocupando los espacios.

A la hora de iniciar el ataque, combinan desde la línea defensiva, pero más como un medio de atraer al rival que como un principio básico de su juego. Con el toque entre los centrales, hacen adelantarse a las líneas rivales y, tras un paso rápido por el centro del campo, ya que los mediocentros no se preocupan demasiado de estas tareas, ponen el balón en pies de la calidad individual de sus jugadores ofensivos. Los atacantes, hábiles, rápidos y con gol, son más efectivos si en esa primera fase de la creación han conseguido que el rival dejara huecos saliendo a presionar. Por ello, tampoco desaprovechan las oportunidades de salir en contraataque.

El mediapunta y los dos delanteros, con movilidad y precisión en el pase, aprovechan estos desajustes. Al jugar sin un punta de referencia, rara vez buscan terminar con centros desde la banda. Si utilizan los flancos, es para generar superioridades entre lateral, interior y atacante para avanzar triangulando hasta que se abre un espacio en el que poner el balón.

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Harry Maguire, el defensa más caro de la historia del United (fuente: Cadena Ser)

En defensa, comienzan con una presión muy alta, más aun cuando juegan con el 3-4-1-2. Llevan la presión incluso al interior del área rival, si es que el contrario empieza desde muy atrás a combinar. Esa presión no ya es que la ejecuten tras pérdida, sino incluso cuando el rival inicia en estático. Cada jugador, en fase defensiva, aprieta a su par en todo el campo, casi como si fueran una sucesión de marcajes al hombre. Esto les posibilita robar balones en posiciones muy provechosas, pero tiene como riesgo que deja mucho espacio descubierto por detrás de la línea de defensas.

A balón parado, en ataque, acumula jugadores en el primer palo, dejando a los centrales en la frontal del área. Se colocan ambos juntos casi en la media luna del área, atacando uno al primer palo y otro al segundo, siendo los jugadores verdaderamente peligrosos en estas jugadas. Para facilitar la entrada de estos dos centrales, a la altura del punto de penalti se sitúa un centrocampista que sale de la jugada hacia la frontal para acabar en posición de cazar rechaces. Ya de paso, genera atasco en esa zona cuando entran los centrales. En posición de rechace, aparte del jugador que sale, se sitúa otro centrocampista.

A la hora de defender este tipo de jugadas, forma dos líneas, una metida casi en área pequeña, y otra por delante, casi a la altura del punto de penalti. No deja más de un par de jugadores fuera del área y defiende de manera mixta, ajustando la zona a los atacantes rivales.

A pesar de las lesiones de Pogba, que apenas ha podido jugar en toda la temporada, y de Rashford, que supuso un importante contratiempo para la segunda mitad del curso, los diablos rojos cuentan con alternativas para el once titular. Vamos a repasar las piezas más habituales que usa Solksjaer.

En la portería, a pesar de ser uno de esos guardametas que suelen cometer errores groseros, de los que llenan vídeos humorísticos en YouTube, es un fijo David de Gea. El español afronta su novena temporada en Old Trafford, siendo incluido en cinco de ellas como portero del equipo del año en la Premier League. Se trata de un portero muy técnico, que cada vez es más valiente en el juego con los pies, pero que a veces sufre pequeñas faltas de concentración, se confía demasiado en balones aparentemente fáciles y le hacen propenso a la cantada.

Manchester United, acostumbrándose a ser uno más
(fuente: marca.com)

Los centrales también son muy fijos. Junto a Harry Maguire, que costó casi 90 millones de euros y varios meses de negociaciones con el Leicester, se asentó el sueco Lindelöf. Se trata de dos centrales completos y con jerarquía. Con buena edad (27 y 25 años, respectivamente), tienen personalidad para asumir la responsabilidad de sacar el balón jugado desde atrás y de plantar la línea adelantada, aunque en ocasiones les cause problemas serios. Pocos minutos dejan estos dos para Bailly, Jones o el canterano Tuanzebe.

Para el lateral derecho, ficharon al joven y muy prometedor Aaron Wan Bissaka. Fuerte en el uno contra uno, atrevido en las subidas y constante a la hora de acompañar las jugadas, tanto hacia adelante, como a la hora de defender. En el lateral izquierdo, toda vez que se marchó el capitán Ashley Young, queda un clásico de solo 24 años, Luke Shaw. Habitualmente correcto y cumplidor, es más destacado en defensa que en ataque. En ocasiones, sobre todo cuando forma con tres centrales, se sitúa como el central izquierdo del equipo. El portugués Dalot por la derecha tiene pocas opciones de entrar, algún partido más tiene el canterano Brandon Williams que, con 19 años, entra en el lateral cuando Shaw se incrusta como tercer central.

El serbio Nemanja Matic es el ancla del equipo. Por su potente físico y sabia colocación, es un jugador tremendamente bien dotado para esa posición. A su lado, a falta de Pogba, dos jugadores que tienen un perfil relativamente parecido. El joven escocés McTominay es un gigantón peligroso en el balón parado y por su buen disparo lejano, además es contundente al defender el juego aéreo y al cortar a salida de balón del rival. Suele ser quien se cae del equipo cuando juegan con tres centrales y dos medios. El tridente habitual lo completa Fred. Con menos fuerza que los dos anteriores, resulta más dinámico, con un perfil más típicamente brasileño. Ocupa más campo y asoma a menudo al área rival. Es él quien se descuelga para ayudar en la presión alta a los atacantes.

La nueva gran estrella de este United es el portugués Bruno Fernandes. Desde su llegada en el mercado invernal procedente del Sporting lisboeta, ocupa la posición más creativa del esquema de Solkskjaer. Es él quien conecta el centro del campo con la delantera, moviéndose por la mediapunta con total libertad. Con buena conducción, gran visión de juego y llegada a gol. Además de maestría en las jugadas a balón parado, a sus 25 años está en un momento perfecto para seguir creciendo. De momento, ha relegado al ostracismo a Lingard y se ha hecho con los mandos de todo un Manchester United. Si Old Trafford vuelve a ser el teatro de los sueños, será en gran parte gracias a él.

Para los puestos de ataque, tiene varios jugadores de perfil parecido. Tras vender a Lukaku, se ha quedado sin perfil de ariete puro. En su lugar, cuenta con múltiples jugadores dinámicos, en su mayoría jóvenes. Arrancan desde posiciones intermedias externas al área. Habitualmente en zonas ciegas entre el central y el lateral, para aprovechar balones al hueco o ejecutar jugadas individuales.

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Solksjaer consuela a Rashford (fuente: manutd.com)

Su arma principal es Rashford, a sus 22 años, es un delantero potente, con buena definición hacia el gol, e inteligente. Su lesión ha dejado un puesto vacante que, en cuanto a peso en el equipo, ha tomado el francés Martial. Su caro precio y poca experiencia al llegar hizo que se dudara de él. Pero, con 24 años, se está asentando y parece un muy buen complemento para Rashford.

Otro chico de 22 años ha llegado esta temporada sin hacer mucho ruido, para hacerse indispensable. Se trata del galés Daniel James, de físico muy menudo, es una garantía a la hora de romper líneas en conducción. Es el máximo asistente del equipo en Premier League y, aunque tiene alguna debilidad al finalizar las jugadas, ya ha anotado tres goles. De la cantera ha subido Mason Greenwood, quien, de momento, es más habitual como revulsivo, pero que a sus 18 años, tiene descaro sobrado para tomar el balón y buscar el área en diagonal desde la banda derecha. Otra opción más experimentada para estos puestos de ataque, y con un perfil algo más "de área" es el exjugador del Granada o del Watford, Ighalo.

También para estos puestos, o para la mediapunta, cuentan con Mata, Pereira o Lingard, pero claramente están siendo menos del gusto de Solskjaer.

Marchan quintos tras el parón de esta temporada. En disposición tanto de luchar con el Chelsea por el último puesto de Champions, como de perder ante Wolves y Sheffield la plaza de Europa League. Nadie puede asegurar qué ocurrirá en una temporada que no sabemos si estará ya finalizada. Además, tiene aun abierta la Europa League como opción real de título.

Tampoco sabemos que pasará este verano con el United. Tiene músculo suficiente para afrontar fichajes, pero los equipos vendedores lo saben y le exigirán precios altos. Se habla de buenos jugadores como Havertz, Jadon Sancho o James Rodríguez. Pero también de las posibles salidas de Rashford o de Pogba (aunque en este último caso, no iban a notar diferencia con esta temporada, que el francés ha pasado casi en blanco).

Pase lo que pase, los red devils volverán a buscar la estabilidad y la gloria de la era Ferguson. Si la paciencia con Solskjaer es suficiente y aciertan en sus inversiones, puede volver a ser una alternativa a los actuales poderosos europeos.


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