Manchester United, gozando y sufriendo

El Manchester United logró olvidó sus penas ligueras al menos por un buen rato y en el marco de la tercera ronda de la FA Cup doblegó angustiosamente a su odiado vecino Manchester City, al que jugando gran parte de la totalidad del encuentro con un futbolista mas acabó venciendo 3-2 tras irse al descanso ganando 3-0.

El United experimentó un sin fin de sensaciones durante el juego, en el que producto de su propia impericia para hacer pesar el resultado y controlar el desarrollo del juego pasó del éxtasis total generado por la goleada inicial al padecimiento absoluto una vez que el City comenzó a reaccionar.

Lo indicado ocurrió a los largo de noventa minutos intensisimos, en los que sin quererse perderse las alternativas de un encuentro que en la previa prometía muchísimo también dijo presente la lluvia, copiosa y molesta, la cual dotó al convite entre ambos conjuntos de aun mas dramatismo. 

Todo fue muy favorable al United iniciado el mismo, ya que al tempranero gol anotado por Wayne Rooney a los 10 minutos de juego se sumó la injusta expulsión de Vincent Kompany,  a quien el arbitro Christ Foy le mostró la roja por una entrada infracción normal. El primer cuarto de hora ni se había cumplido.

Aunque sufrió el impacto, el City tuvo opciones para igualar. Dos en los pies de Sergio Agüero -de actuación destacada- y una en los de David Silva, igual de apagado que Samir Nasri al momento de la elaboración, las cuales llegaron en medio de un dominio claro del once conducido por Alex Ferguson, que transcurrida le media hora amplió la renta por intermedio de Danny Welbeck.

Posteriormente llegó el tercero, tras un indiscutible penal de Aleksandar Kolarov sobre propio Welbeck que Rooney se encargó de transformar en gol aprovechando el rebote, ya que en una primera instancia Costel Pantilimon le contuvo el disparo.

Iniciado el complemento, todo hacia suponer que lo que vendrían serian más goles del United, deseoso de tomarse revancha de aquel inolvidable e historico 1-6 en Old Trafford. Primero, por la amplia renta de la que disponía, y segundo por la ventaja que le significaba jugar con un jugador más. Pero sin embargo pasó todo lo contrario. 

Roberto Mancini quitó del campo a Silva y a Johnson y le dio entrada a Pablo Zabaleta y a Stefan Savic, en dos cambios que aunque en un comienzo parecieron ser defensivos propiciaron una mejora que se vio reflejada en los tantos de Kolarov -de tiro libre- y Agüero, que llenaron de dudas al United pero que sin embargo terminaron sirviendo de muy poco. Y eso que los que quedaron por delante fueron veinticinco minutos.

Ya en el cierre, la única ilusión la generó un nuevo tiro libre de Kolarov, muy bien desactivado por Anders Lindegaard, quien en la noche del regreso del legendario Paul Scholes terminó calzándose el traje de salvador. Mas que pensar en si se redimió o no de aquella goleada liguera, el Manchester United tendría que agradecer haber ganado. Habiendo sufrido, estará en la cuarta ronda.