Revista Cocina

Mandar galletas por correo: El tutorial refinitivo

Por Biscayenne

Como la entrada de los Brownie Cookies, con su sencilla explicación de cómo mandar galletas en una caja por correo es una de las más leídas, me dispongo a enseñaros el paso a paso de cómo preparo yo el envío.
Lo básico y más importante, es haber hecho previamente las galletas y no habéroslas comido. En caso contrario, no hay regalo, no hay envío, pero sí remordimientos.
El objetivo es conseguir una caja repleta de galletas que no se muevan ni un ápice, para que no se partan durante el viaje y nos quede un regalo de puturrú de fuá. Este tutorial también sirve simplemente para embalar galletas de una forma práctica y bonita, aunque no las vayáis a mandar si no a entregar en mano.
Mandar galletas por correo: el tutorial Mandar galletas por correo:
Dificultad, así de primeras: chupadoProbabilidad de complicaciones: cortarse con las tijeras. Presentación: para el que recibe el paquete, genialSabor: a lo que sepan las galletas! Inspiración: años de experiencia con embalaje

Materiales que nos van a hacer falta:

Galletas
Caja (mejor rectangular para cuadrar mejor el contenido sin dejar espacios. La mía era cuadrada, de los chinos y de unos 20 x 20 cm.)
Tijeras
Bolsas de plástico apto para alimentos (también sirven unas de congelar si son bonitas)
Lazo o cuerda
Plástico de embalar con burbujas
Papel de seda
Cinta adhesiva
Cartón rígido
Cúter

INSTRUCCIONES:
Lo primero es elegir una caja adecuada, preferiblemente con tapa y de forma rectangular, así al disponer los pisos de galletas no quedarán espacios huecos. Si vais a enviar un montón de pastas, podéis optar hasta por una caja de zapatos o similar, que tiene más altura.

Mandar galletas por correo: el tutorial
Sobre el fondo de la caja, ponemos un rectángulo grande de plástico con burbujas, que sobre bastante por los lados para al final poder plegarlo hacia el interior y que nos tape todas las galletas. Yo después me di cuenta de que queda todo aún más bonito si bajo el plástico se coloca un papel de seda, blanco o del color que mejor os combine, para que sea lo primero que se vea al abrir la caja.
Es mejor poner otra capa de burbujas aislantes del tamaño del fondo de la caja, para que no haya posibilidad de que el contenido se golpee.

Mandar galletas por correo: el tutorial
Las galletas se pueden embolsar individualmente pero de esa manera ocupan más espacio: yo las meto con cuidado en una bolsa de vinilo transparente, formando una capa horizontal con 4 de ellas, que son las que cabían bien por su tamaño en el fondo de la caja.
Mandar galletas por correo: el tutorial
Para el regalo de mi amiga Raquel elegí las galletas de dos chocolates y pistacho que ya expliqué la semana pasada, pero lógicamente podéis usar cualquier receta que queráis, eso sí, cuanto más frágiles peor porque sufrirán mayor peligro de rotura. 

La bolsa, apoyada con cuidado sobre una mesa o superficie plana, se cierra con un lazo intentando evitar que las galletas se desplacen de su sitio. Podemos adherir a la bolsa una pegatina o colgar de ella una etiqueta con el nombre de la receta o de quien va a recibir la caja, así el regalo quedará más personalizado!

Mandar galletas por correo: el tutorial
Esta primera bolsa de galletas la disponemos con cuidado dentro de la caja, y la tapamos con un rectángulo de plástico de embalaje, un poco mayor que el área a tapar para poder remeter los bordes en las esquinas y los bordes. Si quedan espacios huecos, podemos ir usando pequeños trozos de burbujas o de papel de seda para rellenarlos.
Mandar galletas por correo: el tutorial
Con las siguientes capas de galletas hacemos lo mismo: embolsamos en plano, cerramos y colocamos cuidadosamente sobre el fondo, volviendo a cubrir con capas alternas de plástico protector.
Así hasta que lleguemos al borde superior de la caja.

Mandar galletas por correo: el tutorial
Al final, comprobar la existencia de huecos y rellenarlos bien para que las galletas no se muevan ni lo más mínimo de su sitio. Es el momento de colocar la tapa y sacudir muy ligeramente la caja: si hay espacio libre por arriba, poner más papel o plástico hasta que no se oiga ningún ruido proveniente del interior de la caja!
Hecho esto, doblamos los extremos del primer plástico hacia dentro y los aseguramos con celo o cinta adhesiva. Ahora podéis incluir papel de seda, una carta, un lazo o lo que queráis que se vea nada más abrir la caja.

Mandar galletas por correo: el tutorial
Ya sólo queda envolver la caja con más plástico protector, asegurándolo de forma que quede bien tirante y no se vaya a abrir la tapa.

Para que viaje con todas las precauciones, yo uso una cubierta exterior de cartón: si tenéis a mano una caja rígida que pueda contener el tamaño de la que habéis usado, perfecto, si no, tendréis que recortar 6 piezas en cartón duro con el cúter: dos para el fondo y la parte superior, y otras cuatro para los lados.
Mandar galletas por correo: el tutorial
Pegamos bien todos los lados de cartón sobre la caja, para que no quede ningún hueco, prestando especial atención a las esquinas y junturas, que habrá que reforzar con cinta doble. 
Mandar galletas por correo: el tutorial
Sólo queda escribir la dirección, remite y confiar en el correo certificado!


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