A los niños les gusta aprovechar el día, saltar, correr, jugar, estar acompañados, etc., por eso muchos padres se encuentran una batalla en casa cuando llega la hora de que los más pequeños de la casa se vayan a dormir. Esta dificultad además de incrementa después del periodo vacacional cuando generalmente solemos alargar la hora de irnos a la cama. Volver a la rutina de sueño se convierte en una tarea para la que podemos dar algunas técnicas para adquirir un buen hábito de sueño:
- Sobre todo, habremos de mostrarnos tranquilos y seguros de los que vamos a hacer y sobre todo, hacer siempre lo mismo.
- El niño ha de asociar el sueño con una serie de elementos externos que permanezcan a su lado durante toda la noche: cama, osito, etc. y también a una rutina que ha de empezar a realizarse 5-10 minutos antes de la hora de dormir establecida para el niño.
Esta rutina debe ser:
- La situación de inicio del sueño deber hacerse agradable y tranquila.
- Debemos realizar rituales como lavarse los dientes, ir al baño, ponerse el pijama…antes de que el niño se meta en la cama.
- Debemos colocar al niño en su cama, y si lo deseamos, contarle algún cuento corto.
- El niño debe comprender que este tiempo especial junto a su madre o padre no se va a prolongar más allá de 5 o 10 minutos, debemos permanecer en la habitación y utilizar con voz tranquila y segura la siguiente consigna (que no debe durar más de un minuto): “Mamá/Papá quiere que aprendas a dormir solo, así que aquí tienes tu osito, buenas noches cariño”.
- Seguidamente debemos salir de la habitación dejando al niño despierto y no entrar de nuevo salvo para reafirmar la consigna anterior. Las entradas al cuarto deben seguir un programa de esperas progresivas preestablecido, y nunca deben hacerse para que el niño deje de llorar o para ayudarle a dormir. Las entradas en la habitación no deben ser contingentes al llanto o demanda del mismo, sino que siguen siempre un tiempo de espera más largo en cada entrada.
¿Cuánto tiempo se ha de esperar si el niño comienza a llamar o llorar?
El primer día, de entrada sólo un minuto, pasado el cuál podremos acudir a la llamada del niño, cuando entremos a la habitación debemos mantenernos a una distancia prudencial y háblale para explicarle de nuevo la consigna. La siguiente vez esperamos 3 minutos, la próxima vez 5 minutos, no más de 5 minutos para este primer día.
En los días sucesivos, el tiempo de espera deberá ir siendo mayor, así, el segundo día esperaremos 3 minutos y aumentaremos a 5, después a 7 y permaneceremos en 7 minutos, El tercer día comenzaremos por 5, aumenta a 7, a nueve y nos mantendremos en nueve. Así sucesivamente hasta que se reestablezca una rutina de sueño adecuada.
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