por Isabel Val.
Serán las Navidades o la reciente noticia de que miembros de Limp Bizkit, Blink 182 y Nine Inch Nails van a formar un grupo, pero lo cierto es que me ha invadido la nostalgia. Imagino lo feliz que le hubiese hecho a la acnéica Isa de hace casi una década y a todos sus compinches.
En aquella época no teníamos edad ni dinero para hacer apenas nada (y con lo del dinero seguimos igual), así que pasábamos las tardes en la calle o juntándonos en casa de alguno para ver películas; mejor dicho,para ver una de estas dos películas: Lords of Dogtown o Detroit Rock City (aquí traducida como Cero en Conducta). Esta segunda fue la elegida para afrontar mi ataque de nostalgia en una tarde poco productiva.
Para quien no la viera en su momento, trata sobre la odisea de cuatro adolescentes por conseguir ir a un concierto de Kiss en el año 78. La peli es mala con ganas pero, además de corroborar que mi memoria es capaz de retener cosas tan absurdas como sus diálogos, me ha hecho recordar aquella época en la que era FAN de tantos grupos y en la que cada concierto era una auténtica aventura.
La banda sonora se conforma a base de “only temazos”, de esos que están ya tan sobados que ni si quiera escucho. No sólo están Kiss, estan todos: Black Sabbath, Thin Lizzy, Ramones, Van Halen, The Runnaways, The Donnas, Bowie… incluso Pantera. Puede que me vuelva a cansar pronto, pero por ahora todos ellos vuelven a formar parte de mi MP3. Al fin y al cabo, han pasado diez años y estoy escribiendo en un blog sobre conciertos. Tampoco es que haya evolucionado tanto.