Cada pueblo o región nos ofrece sus productos típicos, inmejorablemente elaborados y cuidados. Por este motivo, cuando viajo me encanta entrar en las tiendas y mercados de los lugares que visito y, aunque actualmente, podemos comprar esos mismos productos en muchos de los comercios habituales de nuestra ciudad, siempre me doy el capricho de traer algo para mi cocina. Regreso de lo más contenta y ese es el mejor recuerdo para mí.
Hace unas semanas, recorrimos varios pueblos de la Sierra de Aracena ( Huelva). Entre otros, fue visita obligada pasar por Jabugo. Famoso por los productos derivados del cerdo, tanto carnes, chacinas y como no, el espectacular y único jamón de Jabugo. Como cabe esperar, compré varias cosillas; parte de ellas me han servido para elaborar el plato que hoy vamos a preparar. Cocinamos a fuego lento, sin prisas, con buenos productos de la Sierra de Huelva.

INGREDIENTES
- 1 k. de manitas de cerdo
- 150 g. de salsa de tomate frito ( tomate frito casero )
- 1 cucharadita de Pimentón de la Vera
- 1 copita de vino blanco
- 2 cebollas
- 1 pimiento verde
- 1/2 pimiento rojo de asar
- 1 cabeza de ajos
- 3 zanahorias
- 200 g. de garbanzos tiernos
- 1 jabuguito ( chorizo)
- 50 g. de AOVE
- sal y pimienta
- 1 l. de agua
- 1 hoja de laurel

Jabuguitos

PREPARACIÓN
Pon los garbanzos en remojo la víspera. Retira el agua, echa agua fría en una cacerola, un poco de sal y pon a cocer los garbanzos hasta que estén tiernos. Los míos estuvieros cociendo alrededor de menos de una hora, pero dependerá de la dureza de la legumbre. Retira del agua y reserva. Puedes utilizarlos de bote, ya tiernos y te ahorras este paso. Mientras cuecen los garbanzos, enjuaga bien las manitas, ponlas en agua un rato, tira ese agua y vuelve a enjuagar hasta que salga totalmente clara.Hecho esto, en una cacerola pon las manitas de cerdo, la hoja de laurel, una cebolla pelada y cortada en cuartos, la cabeza de ajos y una cucharadita de sal. Cubre de agua y ponlas a cocer alrededor de 1 hora y 1/2 ( hasta que estén tiernas ). Saca del caldo un vez cocidas, deja enfriar y escurre bien ( puedes trocearlas y quitar los huesos, aunque yo las he dejado enteras ). Cuela el caldo y reserva también.






Si la haces con tiempo y antelación, incluso el día antes, quedan mucho más ricas, pues los sabores y aromas quedan más patentes. Ya tengo la mesa puesta y el plato servido.


