Manolo Sanlúcar, nombre artístico de Manuel Muñoz Alcón, guitarrista y compositor de flamenco gaditano, (Sanlúcar de Barrameda, 24 de Noviembre de 1943). Hijo del tocaor Isidro Muñoz, (formado este desde pequeño por el prestigioso maestro del toque Javier Molina), siempre ha estado en contacto con el ambiente y mundo del arte flamenco; iniciándose de esta manera como profesional muy tempranamente, junto a Pepe Marchena con quien giró por toda España y La Paquera de Jerez, con la que conoció por primera vez los estudios de grabación. A finales de los sesenta se traslada a Madrid, donde entra a formar parte del tablao Las Brujas (con Terremoto o Chato de la Isla entre los cantaores), para poco después realizar el primer disco en solitario dentro de su hoy, dilatada carrera. Al iniciar la década de los setenta, su trabajo antológico en tres volúmenes titulado: Mundos y formas de la guitarra flamenco, le reporta un gran prestigio y reconocimiento nacional que junto con la puesta en marcha de diversos recitales y conciertos por España así como en el extranjero, aplaudidos ambos de manera unánime por público y crítica; permiten su fulgurante consagración. Encumbrado a las alturas, desde entonces, no ha parado de actuar, enseñar y fomentar la constante evolución de un arte, maleable sin problemas con su inmensa creatividad.
Galardonado en multitud de ocasiones por su extraordinario dominio del toque y exquisita composición, entre ellos destacan: el primer premio del Festival de Música Folk celebrado en Campione (Italia) en 1972, el Premio Nacional de Guitarra del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, el Premio Record World a la mejor guitarra española en los Estados Unidos, el Compás del cante (1991), su nombramiento como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz en 1997 o el Premio Nacional de la Música en 2000. Asimismo en su amplia discografías cabe destacar: Sanlúcar (1974), al que pertenece su canción de mayor éxito, la rumba: Caballo negro; Al viento (1982), Tauromagia (1988), Locura y brisa del trino (1999), con Carmen Linares como cantaora o la más reciente La voz del color (2008).
De igual manera resaltan entre sus aportaciones: la publicación de su libro autobiográfico El alma compartida (2007); la importancia de su figura en la renovación y desarrollo del flamenco a nivel internacional tan sólo superada por la de los geniales: Paco de Lucía o Tomatito; el ambicioso proyecto que supuso su poesía sinfónica Aljibe en 1992 (lejos de convencionalismo artísticos que lo modelen) o su participación en las dos películas del director Carlos Saura, centradas en ampliar y dignificar aún más, nuestra cultura flamenca: Sevillanas (1994) en la que actúa y se encarga de la dirección musical o la recién estrenada Flamenco, Flamenco (2010).
Figura de elevadísimo nivel, maestro de maestros y sabio envidiado por igual en medio mundo, es como afirma Antonio Villarejo: "Un artista que une a su talento creador un gran sentido musical. Su toque es de una calidad flamenca indiscutible. Su técnica impecable, sin caer en la mecánica del virtuosismo". En definitiva, un genio con mayúsculas.
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Unas alegrías junto al cante de Diego Carrasco.
Bulerías, interpretadas en el programa de televisión española: Geografía del cante flamenco.
Su tema Caballo negro, del álbum Sanlúcar (1974).
Dúo junto a Paco de Lucía.
En el festiva de guitarra de Córdoba en 2009, junto a la orquesta de la ciudad.