Antes de ir a la receta de esta semana, quiero invitarlos a una breve visita guiada por el nuevo diseño del blog porque, si bien a muchos de ustedes les ha gustado el cambio, entiendo que pueden estar preguntándose si enloquecí por la elección de este diseño algo austero y moderno, bastante despojado de todo. Sin embargo, quiero mostrarles que una de las cosas que me gustan del nuevo formato del blog es que cuenta con casi todos los detalles y links/enlaces del anterior, sólo que debemos saber dónde buscarlos ;)Además, algunos de los comentarios que recibí hacían referencia a que este nuevo formato permite saber a simple vista que la cosa va de blog culinario y nada más. También, este rediseño pone mucho énfasis en lo visual - por esto de resaltar el contenido, quitando cosas del medio que pueden servir de distracción al lector - lo que me obliga a esforzarme para superarme con las fotografías de cada plato, puesto que tienden a lucirse o mostrarse más, ya que su entorno se encuentra bastante limpio. A propósito de esto, el otro día, un amigo me contó que su mamá (de visita en su casa) había comprado albahaca fresca de quinta para utilizarla en el almuerzo y que todo el ambiente "olía a verdura fresca", lo que, de inmediato, le hizo recordar las fotos de mi blog que "parecen oler". Más allá de que es mi amigo (aunque no es para nada condescendiente y critica hasta el infinito y más allá, sin ningún resquemor al respecto) y que podemos considerar cierta parcialidad hacia mi labor, su comentario me pareció uno de los elogios a mi trabajo más bonitos y sinceros que he recibido en los últimos tiempos. Entonces,buscaré esforzarme un poquito más cada día en mis propuestas y las imágenes que las acompañan.Sin más preámbulos, arrancamos el paseoYa, a simple vista, encontramos algunos cambios notorios. El primero que quiero señalar es una joyita en sí misma. Al lado izquierdo de la cabecera, justo antes del nombre y descripción del blog, encontramos un trigrama (tres rayitas paralelas, similares al símbolo chino que corresponde a "cielo") que es, ni más ni menos, que un simpático y diminuto menú despegable que tiene mucho que contar a quien decida visitarlo
Una vez que hacemos click allí, podemos ver casi todo lo que tenía a la vista y más a mano la versión anterior de Bouquet Garni Recetas, pero acomodado y sin ocupar mucho espacio porque su acceso sólo queda restringido a los interesados. Y... ¿Con qué nos encontramos?
Con el Perfil de la autora. Por cierto, después de tantos años, he puesto una foto en la que aparezco. ¿No habrán considerado en todo este tiempoque quien suscribe tiene un parecido muy marcado con el Snoopy cocinero, verdad?
Inmediatamente después, hallamos elCopyright del blog. Por cierto, les recuerdo que los textos y fotografías de este blog no pueden reproducirse (parcial o totalmente) sin mi plena autorización. ¡He dicho!Debajo del derecho de copia, podemos encontrar las Etiquetas que resultan de mucha utilidad a la hora de buscar recetas, sea por ingrediente o por tema.
Luego de las Etiquetas, podemos ver los enlaces/links a las tres redes sociales en la que interactúo (todo lo que el tiempo me permite, claro está): Facebook, Instagram y Pinterest.
En cada caso, pueden ingresar directamente desde los íconos que aquí mismo encuentran. E, inmediatamente después, aparecen los Archivos del blog, que ordenan las publicaciones por mes y año.
Asimismo, el menú desplegable reúne también algunos de mis blogs preferidos en la sección Estos blogs alimentan mi corazón, donde se lucen las últimas publicaciones que cada uno de ellos realiza. Por si no lo saben, desde esa misma ubicación, podemos acceder a cada uno de estos blogs sin mayores complicaciones.
Volviendo a la cabecera nueva, nos topamos con algunos accesos rápidos muy útiles. En primer término, Suscribirse que despliega el cuadro básico de suscripción en el que completamos la dirección de nuestro correo electrónico para recibir, allí, cada nueva publicación sin tener la necesidad de estar recordando permanentemente pasar por el blog en cuestión. Ya que estamos por aquí, les cuento a los menos experimentados, que para que la suscripción se haga efectiva (en términos blogger: se "active"), deben completar el formulario de autenticación y aceptar, luego, el mail/correo de confirmación que el sistema, de manera automática, envía con un link/enlace a la dirección de correo que consignaron.
Otro detalle bien útil que tenemos a mano en este nuevo diseño es Buscar, ubicado a la de derecha de la de suscripción. Al desplegarlo, nos permite realizar búsquedas por palabra o frase, encontrando así las recetas que contienen el ingrediente o tema en el que estamos interesados.
El último detalle de la nueva cabecera es que, debajo de la descripción del blog, encontramos un desplegable que reúne las Páginas del blog, desde la Declaración de Principios, que escribí en los comienzos de este espacio, hasta los consejos para comer más sano.
En cuanto al cuerpo principal de mi nueva cocina, podemos encontrar la última receta publicada como Entrada Destacada, seguida por las Entradas más recientes.
En cada caso, podemos observar las opciones de Compartir que nos permite, al hacer click en ella, dar a conocer las recetas en nuestras redes a través de Facebook, Twitter, Pinterest, Google+ y correo electrónico, pudiendo obtener también el enlace de la entrada.Asimismo, a cada receta la acompañan las Etiquetas que facilitan la búsqueda de preparaciones que contengan esos ítems.
Debajo de cada posteo, volvemos a toparnos con la opción de Enviar la entrada por correo electrónico, Compartir en nuestras redes sociales y observar las Etiquetas que corresponden a la publicación. Entretanto, al final de cada entrada también se encuentra el formulario de Comentarios, sin los cuales esta cocina no tendría ni el menor sentido de existencia porque se nutre de sus palabras y consultas.
Si están preguntándose si en la remodelación he quitado las opciones de Seguidores, sea por el blog mismo o por Google+, les respondo un categórico NO porque allí están, ordenaditos y bien pulcros, para que puedan verse y unirse a mis amigos ;)
Lo último de lo último, en este breve tour, es mostrarles que en el menú desplegable de la izquierda (Sí, sí. Ése mismo que se encuentra al lado del nombre del blog y que parece un símbolo chino) también podemos hallar las Entradas populares que son, ni más ni menos, que aquellas que ustedes más visitan, semana a semana.
Este ha sido el paseo completo por el nuevo diseño de mi cocina. Espero haber ayudado a encontrar cosilla que, tal vez, creían o sentían perdidas y que sólo han sido guardadas amorosamente para que no estén en el medio, como cuando ponemos orden en casa :)
Es verdad que el cambio ha sido bastante drástico, pero tenía ganas de darle una nueva fachada a mi espacio y este diseño me ha gustado mucho. Eso no quiere decir, claro está, que más adelante no vuelva a hacer cambios porque eso es bastante normal; cada tanto, todos hacemoslimpieza, quitando esto oaquello, y elegimos nuevos fondos, gadgets, diseños y formatos para lavarle la cara a nuestro blog. Además, hay algunos detalles que iré puliendo con el correr de las semanas. Sin embargo, espero que a ustedes les guste mi nueva cocina y que me acompañen con mis recetas como lo han hecho hasta ahora.
Les agradezco la paciencia de haber llegado hasta aquí y, en premio al valor y la tolerancia, les presento la receta de esta semana (porque a eso hemos venido, ¿verdad?). Esta preparación es uno de esos casos - no pocos, por cierto - en los que las recetas caseras son mejores, en todos sentidos y por lejos, a las industriales. Hoy, les propongo realizar Manteca/mantequilla de maní/cacahuate casera con cero conservantes, colorantes, emulsionantes, aditivos y bla, bla, bla varios que solo sirven para enfermarnos con alergias y enfermedades aún peores.
La primera vez que probé la manteca/mantequilla de maní/cacahuate era una niña. Una compañera del colegio - una alumna estadounidense, pecosa y súper pelirroja, de nombre Jenny - que estaba haciendo una rotación de 6 meses con una beca en mi país me convidó. Es que, día tras día, Jenny llevaba al colegio el clásico sándwich estadounidense de manteca/mantequilla de maní/cacahuate y mermelada para comer en el recreo, y eso despertaba nuestra curiosidad (igual que ocurría con un niño chino que comía dumplings y muchos pequeños irlandeses que consumían porridge en frascos - que no hay nada nuevo bajo el sol, decía mi bisabuela - o escoceses que nos convidaban sus bannocks). En fin, en aquella ocasión, alcanzó con un sólo bocado, una cucharada porque me convidó del mismísimo pote para descubrir, de manera irremediable, que ese invento no era cosa para mí. Me pareció pastoso, empalagoso, la mar de salado, e incomible... Eso sí, me hizo ganar una amiga para toda la vida porque con Jenny nos divertimos aún hoy en día con miles de kilómetros de distancia que sólo se achican de vez en cuando, pero que zanjamos lo mejor que podemos, aprovechando toda laparafernalia de comunicación moderna de que disponemos.
Es el día de hoy que sigue sin gustarme; sin embargo, en mi casa es bien aceptada para desayunos y meriendas ocasionales, razón por la que me puse manos a la obra para lograr una versión casera sana y sabrosa, libre de todo químico. Aquí se las presento. Se prepara en un ratito nada más y dura unos cuantos días en heladera/nevera/refrigerador, pudiendo utilizarse en varias recetas como reemplazo de mantecas/mantequillas tradicionales.
Antes que nada, tostaremos en horno medio (180-190° C) 125 gramos de maní/cacahuate crudo y sin sal, durante unos 10 minutos, cuidando que no se queme porque queda con sabor amargo. Luego de ello, lo reservamos hasta que se enfríe.
Una vez frío, lo disponemos en multiprocesadora de alimentos/robot de cocina/minipimer y le añadimos una pizca de sal (si así lo deseamos; es opcional). Procesamos, entonces, hasta obtener una manteca. Primero, se molerá quedando con un aspecto similar al de la harina o arena húmeda; luego, cuando comience a soltar el aceite, se formará un bollo de consistencia pastosa que terminará resultando sedoso por acción de la fricción de las cuchillas.
Si no poseemos una multiprocesadora o aparato con tanta velocidad, será necesario que ayudemos al proceso de formación de la manteca/mantequilla, agregando unas gotitas de aceite de sésamo tostado que, además de ayudarnos en la tarea, aportará todo el sabor y perfume del sésamo ligeramente tostado.
Muchas veces, más aún si hacemos buena cantidad, es necesario repartirlo en porciones para procesar hasta lograr la consistencia deseada. En cada caso, ajustaremos la pizca de sal y las gotitas de aceite (nunca más de 2-3 gotitas).
Una vez lograda la consistencia deseada, podemos guardar la mezcla en frascos herméticos y esterilizados previamente. En heladera/refrigerador/nevera se conserva muy bien por 4-5 días (si es que llega; en mi casa no dura tanto).
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Recuerden revisar muy bien los maníes/cacahuates porque en ocasiones vienen contaminados con ciertos microorganismos que afectan nuestra salud.
A la hora de tostarlos en el horno, deben estar crudos y pelados para que no se queme la piel, aportándole mal sabor, y sin salar porque el calor acentuaría esta condición, obteniéndose un producto final muy poco sabroso.
A propósito del horneado, recuerden no pasarse de tiempo; para ello, pueden ir controlándolos mientras se tuestan en el horno porque, una vez que los sacamos de allí, continúan dorándose por acción del calor residual.
Observen con cuidado las cantidades de sal y aceite de sésamo tostado que incluyan en la receta para no obtener una manteca/mantequilla demasiado salada (e insalvable) o con poco gusto a maní y mucho sabor a sésamo. El balance de estos ingredientes es la clave de toda la técnica porque, también, el aceite extra que coloquemos (no nos olvidemos que los maníes/cacahuates contienen su propio aceite) generará ligeras (o más notorias) variaciones en la consistencia de la pasta, volviéndola muy líquida.
Al ir procesándolo, es normal que la pasta o el arenado inicial se separe de las cuchillas de la procesadora de alimentos, subiéndose a las paredes. Para ello, nos ayudaremos con una espátula para bajarla y continuar con la tarea.
Empleando esta misma técnica podemos obtener mantecas/mantequillas de nueces, nueces Pecan/pecanas, almendras, avellanas...
Desde ya, les agradezco muchísimo a todos los que han llegado a este punto de la entrada de hoy. Espero que les guste mi propuesta y que decidan probarlaQué mecuentan... ¿Son fanáticos de la manteca/mantequilla de maní/cacahuates? ¿La han probado alguna vez? ¿Les apetece incluirla en sus comidas? ¿Han intentado prepararla en casa?
Los espero la semana que viene con una nueva receta. Hasta entonces, les deseo una estupenda semana. Disfruten junto a sus seres queridos y experimenten en la cocina (que siempre sale algo bueno de allí).
Textos y fotografías: ©Silvina-Bouquet Garni RecetasDigiscrap: ©Amber Shaw Digital Design Studio/Kristin Aagard Designs/Bouquet Garni Recetas