En su familia, generación tras generación, se ha ido transmitiendo esta sencilla y deliciosa receta, que puede tener perfectamente más de 100 años de antigüedad.
Como la mayoría de dulces tradicionales, se prepara con muy pocos ingredientes. Pensad en lo que podíamos encontrar en una despensa hace cien años: harina, aceite de oliva, azúcar... y unos limones en el huerto... (porque estamos en Elche, en el Levante español).MANTECADOS DE ACEITE DE LA YAYA / COQUETES D'OLI DE LA IAIAIngredientes:
La ralladura de 1 limón1 kg de harina1 sobre (pareja) de gasificante de repostería (x ej de Mercadona)2 vasos de azúcar2 vasos de aceiteCanela en polvo y azúcar para espolvorear por encima
En un cuenco o recipiente bien grande vamos a mezclar primero los ingredientes secos: la ralladura, la harina, el gasificante y el azúcar.
De la corteza del limón, rallaremos sólo lo amarillo.
Mezclamos bien para que se integren todos los elementos.
Por último añadimos los dos vasos de aceite.
La masa cuesta un poco de trabajar, porque queda bastante dura al llevar menor proporción de ingredientes húmedos.
Pero con un poco de constancia, conseguimos que nos quede una masa así:
Extendemos la masa sobre la bancada, con ayuda de un rodillo y la dejamos con un grosor de 0,5cm ó 1cm aproximadamente, según el gusto de cada uno. (Éstos, nos quedaron finitos).
Con la ayuda de unos cortapastas sencillos (corazones, estrellas, óvalos...) vamos a ir recortando las figuras, en este paso es donde los niños de la casa pueden disfrutar de lo lindo.
Vamos colocando los mantecados sobre la bandeja de horno. Aquí los pusimos directamente, ya que no se pegan, pero para mayor comodidad se pueden colocar sobre una lámina de papel de hornear.
En un platito mezclamos azúcar y canela molida. Espolvoreamos cada mantecado con un poquito de esta mezcla.
Y ya tenemos la bandeja lista para entrar en el horno.¡Qué monos todos los corazones ordenaditos!
Horno precalentado a 200ºC, en unos 10 minutos de cocción estarán hechos. (El tiempo puede variar ligeramente, en función de cada horno y del grosor que le hayamos dado a las pastas)
Mientras se hornea la primera tanda, aprovechamos para preparar más mantecados, esta vez con forma de estrellas.
Éstas son las manitas de mi hija Julia, que junto con sus primos Fátima y Adrián, se lo pasó bomba haciendo estrellitas.
Aunque con diferencia el que más trabajó fue Adrián, que también es devorador profesional de los mantecados de la iaia ;)
Con estas cantidades salen unas 3 ó 4 llandas de mantecados.
Ah! Como no llevan manteca de cerdo, sino aceite de oliva, pues son mucho más cardiosaludables.
En Crevillente hacen unos mantecados de aceite parecidos a éstos, allí les llaman "Tonyetes d'oli". El proceso es un poco diferente porque escaldan la harina en el aceite caliente. Están también muy ricos, os los enseñaré en otra ocasión.
Y no puedo terminar sin dar las gracias a Finita y César (son los suegros de mi hermano) por abrirnos las puertas de su casa, como siempre tan encantadores y hospitalarios. ¡Muchas gracias por vuestra receta!
Vuelvo pronto con un plato ideal para no fallar estas fiestas. ¡No os la perdáis!
Besos,
Gloria.