Estimados lectores – antes que nada, os aviso que por fin he conseguido configurar mi teclado para poder volver a escribir en lengua castellana. Me choca muchísimo tener faltas de ortografía en mi bitácora, pero por fin he podido solucionar el problema. Bien, al tema.
Algunos ya saben que llevo años escribiendo una obra teatral sobre la Inquisición católica en España. Para tal fin, he decidido además que emplearé la gran música del excelentísimo compositor español Manuel de Falla. Todavía no os daré el título de la obra, pues es algo que llevo escribiendo desde hace tiempo y todavía le falta bastante. Eso sí, os daré alguna idea sobre lo que se trata.
Mi escrito está ambientado dentro del contexto del esplendor y el terror de la Inquisición en España, particularmente en Castilla, pues se sabe que fue en Castilla donde la Inquisición ejerció su brutalidad mas sangrienta. El protagonista principal es un chaval español noble, joven, estudiando varios años en el clero. Para su fortuna y destino, pudo conocer a varios hombres de tendencia protestante que le ayudaron a conocer la Biblia y la libertad que la Iglesia Católica ocultaba bajo su corrupción, oscurantismo e idolatría liberticida. El protagonista se enfrenta a una decisión: la Iglesia católica le ofrece seguridad, protección y hasta respeto ante una población ignorante; pero las Escrituras le ofrecen libertad real (y con ésta, la tortura y la muerte en manos de un inquisidor castellano que lo juzga en las mazmorras y plazas de Sevilla). La obra se centra en el conflicto entre optar por la ‘tradición’ o la libertad y la verdad.
El joven es fiel a la Iglesia católica, pero se va dando cuenta de los terribles crímenes que cometen contra las personas. Ya he podido conseguir la ropa que vamos a ponernos. Yo jugaré el papel del Inquisidor castellano, el que ordena la búsqueda y captura del joven tras enterarme de que es un hereje. Mi intención es mandarlo a la hoguera para que arda con el resto de los protestantes. En un principio quería otro papel, pero varios compañeros me aconsejaron y me dijeron que al parecer yo tengo ‘madera’ de inquisidor así pues asumiré el papel donde encajo, según muchos.
Y ahora un pequeño ‘sermón’ (porque mañana va otro) sobre la pandemia.
Uno de los gravísimos problemas espirituales hoy en día es que el hombre pretende que Dios se parezca a él. Existe desde los años 60 del pasado siglo un sentimentalismo imperante, emocional, irracional, pero aterrador porque en el fondo es un totalitarismo y un totalitarismo no basado en un estado totalitario o esquema político, sino un totalitarismo totalmente en manos de empresarios y personas interdependientes, conjuntos complementarios por así decirlo en términos matemáticos.
Cuando la mayoría de los hombres hoy ve que una iglesia le obliga a arrodillarse ante un Dios ‘retrogrado’, él prefiere un dios que se parezca a él. Un dios que piense como él, juzgue como él y encima que pida poco a cambio. De ahi a que se oigan frases constantemente como ‘MI DIOS no juzga’, como si Dios fuera TUYO y que encima no juzgara en la realidad. Todo lo contrario – juzgar forma parte fundamental de la teología cristiana. El juzgar a los demás es absolutamente imprescindible (y no solo para cristianos). Un ser humano tendría que ser un absoluto imbécil si jamás juzgara a los demás. Si te proclamas antifascista, ¿cómo no vas a juzgar a los fascistas? Si dices que estás a favor de la igualdad, ¿cómo no vas a juzgar a los que entorpecen la igualdad? Puedo seguir, pero creo que se me entiende de sobra. Si juzgar fuera algo malo, entonces Cristo estaba en error cuando juzgó a los fariseos, ¿no? Y si juzgar fuera contrario a Dios, entonces los apóstoles pecaron cuando en repetidísimas ocasiones denunciaron en sus epístolas todo tipo de pecados y comportamientos.
En el otro extremo, tenemos los ‘libertarians’ que defienden una libertad religiosa ABSOLUTA y anárquica. Son unos sofistas. Ciertamente, Cristo perdonaba a los pecadores, pero se mostraba implacable y severo hacia los herejes de su época, los fariseos. Los sentimentalistas de nuestra época, los que van a la iglesia para bailar y chillar ‘paz y amol pa todos!’ omiten o desconocen por completo el rigor teológico y la lógica fría. ¿Acaso no es la maldición eterna mencionada tantas veces en la Biblia motivo de terror si eres creyente? Juan incluso prohíbe darle la bienvenida a herejes (II libro de Juan, capítulo 10): ‘Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: bienvenido!’ Pedro no se corta a la hora de MATAR a Ananías y a Safira, LADRONES. LEED, LEED, LEED –
Hechos 5:1-11:
MAS un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión,
2 Y defraudó del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, púsola á los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón á que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?
4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba á ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido á los hombres, sino á Dios.
5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los mancebos, le tomaron, y sacándolo, sepultáronlo.
7 Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí á la puerta los pies de los que han sepultado á tu marido, y te sacarán.
10 Y luego cayó á los pies de él, y espiró: y entrados los mancebos, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto á su marido.
11 Y vino un gran temor en toda la iglesia, y en todos los que oyeron estas cosas.
Por cierto, en el vídeo que incluyo para este escrito, concretamente el minuto 5:27 es la música que vamos a poner cuando entre yo en la escena para interrogar sobre los herejes.