Dice Maquiavelo: Me doy cuenta de que he hablado de muchas cosas que vosotros por vuestra cuenta habéis podido aprender y considerar. Pero lo he hecho, como en su momento os indiqué, para mejor mostraros mediante ellas las características del ejercicio militar, y para complacer, si es que alguno existe, a quienes no han tenido las mismas facilidades que vosotros para aprenderlas. No me queda más que daros algunas reglas generales que sin duda conoceréis perfectamente. Son las siguientes:
· Lo que favorece al enemigo nos perjudica a nosotros, y lo que nos favorece a nosotros perjudica al enemigo.
El Arte de la Guerra. Maquiavelo
· Aquel que durante la guerra esté más atento a conocer los planes del enemigo y emplee más esfuerzo en instruir a sus tropas incurrirá en menos peligros y tendrá más esperanzas de victoria.· Jamás hay que llevar a las tropas al combate sin haber comprobado su moral, constatado que no tienen miedo y verificado que van bien organizadas. No hay que comprometerlas en una acción más que cuando tienen moral de victoria.· Es preferible rendir al enemigo por hambre que con las armas, porque para vencer con éstas cuenta más la fortuna que la capacidad.· El mejor de los proyectos es el que permanece oculto para el enemigo hasta el momento de ejecutarlo.· Nada es más útil en la guerra que saber ver la ocasión y aprovecharla.· La naturaleza produce menos hombres valientes que la educación y el ejercicio.· En la guerra vale más la disciplina que la impetuosidad.· Si algunos enemigos se pasan a las filas propias, resultarán muy útiles si son fieles, porque las filas adversarias se debilitan más con la pérdida de los desertores que con la de os muertos, aunque la palabra desertor resulte poco tranquilizadora para los nuevos amigos y odiosa para los antiguos.· Al establecer el orden de combate es mejor situar muchas reservas tras la primera línea que desperdigar a los soldados por hacerla más larga.· Difícilmente resulta vencido el que sabe evaluar sus fuerzas y las del enemigo.· Más vale que los soldados sean valientes que no que sean muchos, y a veces es mejor la posición que el valor.· Las cosas nuevas y repentinas atemorizan a los ejércitos; las conocidas y progresivas les impresionan poco. Por eso conviene que, antes de presentar batalla a un enemigo desconocido, las tropas tomen contacto con él mediante pequeñas escaramuzas.· El que persigue desordenadamente al enemigo después de derrotarlo, no busca sino pasar de ganador a perdedor.· Quien no se provee de los víveres necesarios, está ya derrotado sin necesidad de combatir.CONTINUA EN:http://www.elartedelaestrategia.com/del_arte_de_la_guerra_maquiavelo.html
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