La famosa expresión micro machismos está de moda. No por ello, es menos cierto que exista y que les persiga sin que apenas piensen en ello. Entrevistas irrelevantes a mujeres famosas por sus libros, películas o investigaciones a las que únicamente se les pregunta por cuestiones anodinas e intrascendentes es otro ejemplo indetectable. Por la aceptación de este tipo de periodismo.
Fundamentalmente se les inquiere acerca de su vida privada, su faceta más personal, maternidad o cuidado de los hijos. Lo peor es que encuentren –encontremos- normal semejante vacuidad. Para poner el foco sobre este fenómeno de fast media, el programa de la televisión peruano BBC Mundo sometió a ese tipo de interrogatorio al cantante Jorge Drexler.
Resulta absolutamente desconcertante cuán irrespetuosos podemos llegar a ser. La presentadora no dejaba de preguntarle al cantante por sus rituales de belleza, cuál es su diseñador favorito, si llora a menudo, qué se siente al estar a la sombra de su mujer o si se ha planteado dejar alguna vez su profesión por la familia. Preguntas ridículas al ser respondidas por un hombre que no comprendía el profundo desinterés sobre su carrera. Aún así, es posible la vida inteligente.
Drexler afirmó lavarse los dientes con asiduidad y que familia y trabajo no son incompatibles. Que cada uno ha de ser responsable de su propia felicidad para criar a un niño equilibrado y que no concibe ser desgraciado a expensas de la felicidad del otro. Cuando se desveló el montaje de la entrevista respiró aliviado y, entre risas, desveló una respuesta brillante de su pareja a una pregunta similar en la alfombra roja. La consabida: ¿Mar o montaña? A lo que Leonor Watlin respondió: “Yo es que soy más de foll**”. A consultas vacías, respuestas geniales. Se declara fan absoluta de semejante par.