Marcela Tinoco es de México; estudió allí comunicación y luego fotografía; se movió a España para cursar el master de EFTI, en la actualidad vive en Arles pero muy pronto tiene intención de volver a su México querido.
Conocí a Marcela en el laboratorio de José María Mellado en Madrid; ella curó personalmente la impresión de las imágenes que presenté hace 3 años en la Feria DEARTE en Medinaceli. De ella, me encantó el trato y sobre todo la empatía emocional porque podía sentir que Marcela, antes de imprimir, era capaz de entrar en mis fotos para interpretarlas. Charlando con ella, me contó que ella misma hacía muchas, muchísimas fotos, que desafortunadamente no tenía el tiempo suficiente para editarlas y presentarlas, primando siempre el trabajo para los clientes.
La historia de la serie “Nous sommes Un rythme : Le rythme latino” de la cual he extraído las imágenes que acompañan este post, hubo un primer tanteo hace muchos años cuando, gracias a una amiga, hizo un trabajo sobre la danza clásica en México. Luego, las coincidencias de la vida, han hecho el resto: en Madrid se acercó al flamenco por una amiga bailadora y su esposo guitarrista; a través de otra amiga conoció al director de Voies Off que invitó Marcela a ir a trabajar en su laboratorio en Arles; la valentía y el carácter explorador de Marcela, le hicieron aceptar el reto; en Arles, se hizo amiga de una francesa que hablaba español (Camille Crepin-Leblond), quien le ayudó muchísimo con el idioma en los primeros tiempos de aterrizaje en un nuevo mundo laboral. Al fin de su contrato, Camille se fue a trabajar a una asociación de tango en Toulouse (Tangueando); meses después mientras visitaba a su amiga en Toulouse, Marcela aceptó la invitación de participar en una de las milongas que allí se organizaban y…”la chispa se encendió”. No pudo dejar de fotografiar toda la noche. Poco después, su amiga Camille vió las fotos y sugirió una expo. Este trabajo en equipo se expuso en el Centre Culturel Alban Minville en Toulouse.
Estas imágenes muestran como los movimientos del Tango, su ritmo y su fuerza emotiva hacen que cada pareja se entregue totalmente al partner: ojos cerrados, una mano que aprieta con fuerza, la nariz en el cuello, contacto físico, elegancia de la gestualidad… Marcela en esta serie ha usado su sensibilidad para retraer lo que se percibía en la milonga, sin ninguna intervención, una prueba más de que es, como ella mismo se ha auto-definido, ¡una “yonkie” de las emociones! Como es común en personas muy dinámicas emotivamente, Marcela no se limita a hacer fotografía; escribe también en su blog que usa como un canal más para externalizar lo que siente. Las últimas dos entradas en este blog, hablan de Tango.
Para conocer más las diferentes “dimensiones” en las que Marcela se expresa fotográficamente, os invito a explorar una propuesta totalmente diferente respeto a la que propongo aquí; se trata de “Catrinas y espacios alegres”, una serie de collage digitales, muy de su tierra, en la cual se delata claramente el dominio que Marcela tiene de Photoshop y su pasión por mezclar colores.
Para finalizar y completar el tema del Tango, os propongo un link de Phokoff de fotos hechas en una milonga de Tango, esta vez en Bilbao…
La próxima semana, el post estará dedicado a Bilbao PhotoExperience…