Revista Religión
Dios está reuniendo guerreros de oración que tienen unción para obtener autoridad jurisdiccional sobre los poderes de las tinieblas para que las familias, las comunidades, los gobiernos, los ministerios, las corporaciones, los países, los reinos y las naciones sean traídos de regreso al alineamiento divino y para que los individuos cumplan el propósito y maximicen su potencial personal.
El Espíritu Santo se convertirá en una especie de sargento instructor cuya responsabilidad será capacitarlo en el arte de la oración estratégica y de la guerra espiritual. Él también lo entrenará para que se vuelva un francotirador en el reino espiritual y le permitirá arremeter contra la rapidez de los objetivos satánicos y demoníacos en movimiento. Como con David, Él también lo capacitará para que conquiste al oso, león y gigante demoníaco proverbial.
Durante su momento de oración, el Señor incluso puede colocar el espíritu de atalaya sobre usted, y puede percibir actividades que vienen de parte de la voluntad de Dios o aquellas que son de naturaleza diabólica. Si son divinas, permanezca firme en la oración de acuerdo a lo que percibe, diciendo: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad” (Mateo 6:10). Si la actividad es de origen diabólico, ore contra ella usando las herramientas, estrategias y tácticas que contiene esta Biblia para la guerra espiritual.
Mientras ora y libra una guerra en el espíritu, recuerde usar su derecho legal y su autoridad espiritual. Dios ha colocado a los enemigos bajo sus pies y le ha dado poder para pisar serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo; nada lo herirá de ningún modo.
“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan” (Lucas 10:20). No muestre ninguna misericordia al enemigo mientras emplea estas estrategias y tácticas. Según 2 Corintios 2:14, Dios hará que triunfe. Recuerde que usted no está luchando con la carne y la sangre, sino contra seres espirituales que usan a agentes humanos para cumplir su propósito en el reino de la tierra.
Puesto que sus armas no son carnales, sino poderosas por medio de Dios (2 Corintios 10:4), entonces: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová” (Isaías 54:17).*
*Cindy Trimm, Las reglas de combate, © 2008.
- Tomado de la sección Cómo prepararse para la guerra espiritual de la Biblia para la guerra espiritual publicada por Casa Creación. Usado con permiso.
Fuentes: Vida Cristiana