Revista Salud y Bienestar
Este tipo de mareos suelen ocurrir cuando una persona se levanta bruscamente partiendo de una posición estirada o sentada. Aunque se pueden dar en cualquier edad, son más comunes a medidas que se van cumpliendo años . Normalmente, estos mareos son síntomas de algún trastorno, por eso se debe acudir al médico, sobre todo si se producen con mucha frecuencia y te imposibilita la vida diaria.
Hay personas que lo padecen con tanta frecuencia que les amarga la vida ; y hay quienes se acaban acostumbrando a ellos.
Las causas de estos mareos pueden ser:
Una bajada brusca de tensión. Es una hipotensión, que no es más que un descenso rápido, breve y repentino de la presión arterial que se origina con un cambio brusco de la postura y que en ocasiones puede hacer que la persona pierda el conocimiento.
Vértigo posicional. Es un mareo que se produce al incorporarse y, con más intensidad, cuando se gira la cabeza hacia un lado o hacia otro. En este caso conviene acudir al otorrino, ya que puede deberse a alguna alteración en los centros del equilibrio que están regulados por el oído interno.
Síndrome de Ménière. Es cuando se produce una sensación de vértigo en la que los objetos dan vueltas, acompañada de tinnitus ( ruido dentro del oído) e hipoacusia (cierta pérdida de la audición). Afecta bastante al equilibrio y a la función auditiva.
Fármacos. Ciertos medicamentos para la ansiedad, para la hipertensión, la congestión nasal y las alergias pueden ser responsables de este tipo de mareos al incorporarte.
Diabetes. Cuando la enfermedad no está controlada se producen subidas y bajadas de glucosa que se manifiestan con mareos y pérdida de conocimiento.
Y por último una anemia también puede provocar este tipo de mareos debido a la debilidad que conlleva, porque el organismo no es capaz de oxigenar correctamente los tejidos por falta de glóbulos rojos. También las reglas muy abundantes pueden provocar mareos debido a que también pueden generar anemias.