En los próximos días, dos gobiernos africanos intentarán dejar sin efecto la prohibición mundial contra el comercio de marfil: una decisión que podría causar el exterminio de poblaciones enteras de elefantes, y dejar a estos extraordinarios animales al borde de su extinción.
Tanzania y Zambia están ejerciendo una fuerte presión sobre las Naciones Unidas para lograr exenciones a dicha prohibición, pero esto enviaría una clara señal a las organizaciones mafiosas que comercian con el marfil, indicándoles que la protección internacional es más débil y que la "temporada" para la caza de elefantes se ha abierto. Entretanto, otro grupo de estados africanos están contrarrestando esta peligrosa iniciativa, demandando la extensión de la prohibición durante otros 20 años.
Hace más de dos décadas, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES, por sus siglas en inglés) aprobó una prohibición mundial en relación al comercio de marfil. Tanto la caza furtiva como sus precios disminuyeron. Pero la deficiente aplicación de la norma, junto a "excepciones a la regla", como la que ahora Tanzania y Zambia intentan imponer, condujeron a un incremento de la caza furtiva y el comercio ilegal se transformó en un negocio altamente rentable: los cazadores pueden blanquear su marfil ilegal utilizando las reservas autorizadas por la Convención.
Ahora, a pesar de la prohibición mundial, cada año, más de 30.000 elefantes son acribillados y sus colmillos cortados por los cazadores furtivos. Si Tanzania y Zambia consiguen explotar las lagunas jurídicas existentes, este terrible comercio podría empeorar aún más.
A través de todas las culturas del mundo y a lo largo de nuestra historia, los elefantes han sido objeto de reverencias por muchas religiones y han atrapado el imaginario colectivo: Babar, Dumbo, Ganesh, Airavata, Erawan. Pero hoy, estas hermosas e inteligentes criaturas están siendo aniquiladas. Siempre que exista demanda por el marfil, la caza furtiva y el tráfico ilegal continuarán existiiendo.
Haz clic abajo para firmar la petición urgente reclamando protección para los elefantes durante la reunión de Naciones Unidas en Doha. (Vía Avaaz.org)