María Callas, la cantante de ópera más grande del mundo, vive los últimos días de su vida en el París de los años 70, mientras se enfrenta a su identidad personal y profesional y a su propia vida. En los últimos años, numerosos biopics que relatan la vida de las estrellas de la canción han ido surgiendo por todas partes, algunos con mayor éxito que otros, tanto en calidad como en recepción del público. Films como “Judy” (2019), “Respect” (2021) o “Back to Black” (2024) han retratado las atormentadas vidas de Judy Garland, Aretha Franklin y Amy Winehouse, respectivamente, así como “Bohemian Rhapsody” (2018), “Elvis” (2022) o “Bob Marley: One Love” (2024) han retratado las vidas de Freddie Mercury y los cantantes que sirven como títulos de dichos films. Curiosamente, la estrella de la ópera María Callas ya tuvo un biopic en 2002 llamado “Callas Forever” (2002) dirigido por Franco Zeffirelli y protagonizado por Fanny Ardant, ahora, este viernes, llega una nueva versión de la vida de la cantante bajo la tutela de Pablo Larraín y el rostro de Angelina Jolie, “María Callas” (2024).Lo primero que llama la atención del film es su apuesta en el guion. Cuando otros biopics musicales se centran en el auge, el éxito y la decadencia de la carrera de los personajes que retratan, “María Callas” apuesta por solo retratar los últimos momentos de la vida de la musa de la canción, cuando su voz ya estaba casi apagada por completo y se encerró a vivir en un delirio personal intentando rememorar tiempos de éxito pasados. El guion está basado en la biografía publicada por la escritora Anne Edwards sobre la artista, pero fue adaptada para la gran pantalla por Steven Knight.
El guionista es conocido por firmar los argumentos tan aclamados como “Promesas del Este” (2007) o “Negocios ocultos” (2002), además de firmar los guiones de los films que también dirigió como “Locke” (2013) o “Serenity” (2019). Knight ya colaboró con el director Pablo Larraín en su anterior film, “Spencer” (2021), contando los últimos días y tormentos de la legendaria Lady Di. Parece que lo de escribir sobre el tormento y la decadencia de personajes legendarios fue algo a lo que ambos directores le cogieron el gusto, ya que en “María Callas” no se cortan un pelo a la hora de arrastrar por el barro la figura de Callas. La estructura narrativa del film es muy curiosa: empieza en media res, sin ningún tipo de presentación, ofreciendo el conflicto de cara del que no se puede escapar. A partir de ese inicio, todo el film parece un viaje hacia los infiernos de la torturada artista, el anhelo de volver a una grandeza desvanecida y el dolor e impotencia que sintió María al ir perdiendo la voz, encerrándose en su gran hogar, deambulando sin rumbo aparente por sus habitaciones y dando ordenes absurdas a sus fieles mayordomo y ama de llaves. La construcción de su personaje, aunque es verdad que es algo monótono y solo parece haber un pequeño avance en medio de la acción, es algo muy inusual en la ficción, por lo que se aplaude el atrevimiento. Por desgracia, el poco avance y recorrido emocional que tiene la cinta lastra un poco el viaje, haciendo que tenga algunos problemas de ritmo y se haga algo pesada. Aunque, si hay algunos personajes que están maravillosamente escritos, esos son los secundarios, especialmente Ferruccio y Bruna, sirvientes de la cantante y apoyo moral y emocional para la diva. Su construcción es super tierna y avanzan por la acción siendo una pieza fundamental para la conexión con el espectador, aportando frescura y aguantando el lastrado ritmo. Una escritura a destacar.
La absoluta estrella del conjunto es la legendaria Angelina Jolie, protagonizando el film interpretando a María Callas. A pesar de ser una de las mayores estrellas de los 90 y los 2000, Jolie ha ido ganando popularidad en los últimos años gracias a su participación junto a la factoría Disney en películas como “Maléfica” (2014), su secuela “Maléfica: Maestra del mal” (2019), y su introducción en el Universo Cinematográfico de Marvel con “Eternals” (2021). La interpretación de Jolie en “María Callas” es una de las mejores y más difíciles de su carrera desde quizás “El intercambio” (2008). La construcción emocional de la cantante en decadencia y la deconstrucción de su figura (al igual que podríamos tratar a la figura de la propia actriz para hacer un paralelismo) es un elemento muy arriesgado y en el que se puede caer en la sobreactuación. Por suerte, Jolie sabe contener las emociones, aguantando un temple impasible durante la mayor parte del film, solo rompiéndolo en momentos super puntuales y que van acorde con la narrativa, haciendo crecer su dolor y desesperación. Aun así, y por desgracia, la figura de Jolie no se permite llegar al derrotero que pide la narrativa y se tiene la sensación de que tiene miedo a ser vista con una cara menos endiosada o bella, haciendo que se perciba cierto alejamiento de la actriz con su personaje. Hace un gran papel, pero se llega a sentir que podría haberlo subido más si se hubiera permitido romper por la emoción ese inmaculado y bello rostro. El actor italiano Pierfrancesco Favino interpreta a Ferruccio, el atormentado mayordomo de la cantante. A Favino lo conocemos por su participación en “Rush” (2013, “Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian” (2008) y, recientemente, por su interpretación en “El conde de Montecristo” (2024). Favino compone un personaje entrañable, que combina la serenidad, eficiencia y el servicio de sus tareas como mayordomo con el apoyo emocional, el amor y la rabia que ayudan a su protagonista a seguir adelante. Hay una dualidad super interesante y con las acciones, gestos y palabras que Ferruccio emana lo hacen una figura paternal en la que no solo se apoya la propia Callas, sino también nosotros como espectadores. Finalmente, la otra pieza esencial del reparto es Alba Rohrwacher, hermada de la directora Alice Rohrwacher y gran estrella emergente de los últimos años del cine italiano gracias a su participación en “Lazzaro feliz” (2018), “La hija oscura” (2021), “La quimera” (2023) o “Fuera de temporada” (2023). Rohrwacher da vida a Bruna, la figura maternal y confidente de la cantante que actúa como ama de llaves y cocinera para la diva. La actriz italiana es una experta en interpretar con el rostro y emana ternura y preocupación por su jefa por los cuatro costados. Su presencia es más que notoria y el juego sentimental y eficiente con su compañero Favino es maravilloso. Ambos acaban componiendo a una pareja que expresa toda la emoción que el personaje de Jolie intenta contener, siendo la conexión perfecta con los espectadores.
La dirección de Pablo Larraín ha ido cogiendo un estilo y forma propio, por lo que el cineasta chileno debería estar orgulloso. Desde su film “No.” (2012) ya fue cogiendo gusto por los seguimientos etéreos y el retrato íntimo de personajes atormentados. Quizás con “Neruda” (2016) volvió un poco a la comercialidad. Por suerte, el mismo año, Larraín compuso “Jackie” (2016), retratando a la Primera Dama de los Estados Unidos, Jackie Keneddy, los días posteriores al asesinato de su marido, John Fitzgerald Kennedy. Ahí empezó la pasión de Larraín por el sufrimiento de damas que habían sido amadas aclamadas por el mundo entero por su importancia cultural e histórica, mostrando un sufrimiento emocional con tintes de surrealismo e incomodidad. Todos sus experimentos llegaron a su álgide con “Spencer”, retratando el dolor y sufrimiento de Lady Di poco antes de que su vida terminara repentinamente. Ahí, el dolor y la oscuridad contagiaba sus imágenes, siendo una representación visual fascinante de la tortura y la impotencia, En “María Callas”, Larraín continua retratando ese dolor de forma algo etérea, haciendo seguimientos de su personaje con una cámara que flota y que muestra más el interior de su protagonista y cómo se está sintiendo que el mundo a su alrededor, de forma más lírica que literal. En esta ocasión, Larraín se pierde un poco en sus imágenes y, por desgracia, su narrativa no tiene la gran fuerza de sus anteriores films, por lo que sus imágenes, aunque preciosas y llenas de poder y significado, se hacen largas e incluso algo repetitivas. Esta vez, el director de fotografía escogido es Edward Lachman, quién ya había trabajado con Rohrwacher en “La quimera” y es el colaborador habitual de Todd Haynes, fotografiando films como “Carol” (2015), “Aguas oscuras” (2019) o “Lejos del cielo” (2002). El apartado visual de la cinta es de lo que más destaca, siendo una composición de escenas perfectamente encuadradas e iluminadas, resaltando la belleza de sus interiores y el rostro perfecto de Jolie. Esta vez, y a diferencia de los otros retratos de Larraín, es más brillante, dejando de lado la oscuridad y confusión de “Jackie” y “Spencer”. En esta ocasión, la luz de la película crea una atmósfera de sueño incómodo borroso, probablemente para destacar la drogodependencia y baja energía de la cantante en su última etapa. Funciona muy bien a nivel visual, siendo una contraposición interesante, aunque sus imágenes acaban comiéndose un poco la narración del conjunto.
El diseño de producción, aunque no deslumbra completamente, es bastante bueno. La ambientación de interiores y exteriores al París de los años 70 funciona estupendamente. Brilla especialmente el diseño del interior del hogar escogido por la cantante en los últimos años de su vida. Un piso gigante con elementos que constantemente van cambiando de situación por culpa de las manías e imposiciones de la diva de la canción, decorado con un gusto exquisito y lleno de detalles que van vislumbrando la personalidad de la cantante y sus adicciones. El teatro escogido para practicar la canción por una utópica vuelta a los escenarios es monumental y la magnitud de su ambientación ayuda a empequeñecer la figura de Callas en sus momentos más bajos. Los departamentos de peluquería, maquillaje y vestuario hacen un gran trabajo, especialmente en los ropajes que tanto la cantante como sus sirvientes van luciendo en el transcurso de la película, haciendo crecer su opulencia y aires de grandeza. La caracterización de todos los extras y secundarios del film también destaca por su gran calidad y en general hay un gran trabajo para ambientar lo máximo posible del film a los tiempos en los que transcurre la acción.Finalmente, la composición de la banda sonora deja paso a las canciones originales de María Callas, gracias a viejos registros de sus interpretaciones, combinadas con discos de música clásica con la que la cantante se fue inspirando y gustaba apreciar en su intimidad. Por lo tanto, en el film no existe una composición original como tal, solo canciones de archivo. Para terminar, apuntar, también, algunas pequeñas intervenciones musicales de la propia Angelina Jolie para acabar de definir el sonido decadente de los últimos años de la diva de la canción.En resumen, “María Callas” es una enigmática cinta sobre los últimos días crepusculares de la diva de la ópera María Callas. Una exploración a su sufrimiento y delirio en sus momentos más bajos que además sirve de cierre de la trilogía del director chileno Pablo Larraín sobre figuras femeninas míticas y su dolor. Un curioso viaje sensorial que luce por su apartado visual, aunque puede hacerse algo pesado dada su narrativa monótona y su indagación en el mundo interior de la artista.
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- ##check## Lo bueno
- El apartado visual sigue siendo bellísimo, marca de la factoría Larraín.Los personajes secundarios se roban la película completamente.
Lo arriesgado que es el guion y que funcione. - ##times## Lo malo
- Tiene problemas de ritmo que hacen que su viaje sea algo pesado.
Su argumento se estanca un poco en una monotonía de situaciones.
Angelina Jolie no se permite destrozar su bello rostro con emociones desgarradoras.
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- Ambientación 7.5
- Un diseño precioso y una recreación de los años 70 muy notable.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- Empieza en media res y es el final de un viaje a los infiernos.
- Argumento / Guion 6.0
- Es muy arriesgado y eso siempre se aprecia, aunque su monotonía y que sea algo críptico juegan en su contra.
- Banda Sonora 7.5
- Las interpretaciones de Callas junto a la música clásica la hacen toda una delicia.
- Entretenimiento 6.0
- Tiene problemas de ritmo y se hace algo larga.
- Montaje / Innovación técnica 7.5
- El uso de la cámara de Larraín es bastante fascinante y, en general, la técnica detrás de la fotografía es bellísima.
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- Puntuación Total 6.5 / 10