Revista Cultura y Ocio

Maria Gadu

Publicado el 07 febrero 2011 por Eduardogavin
Maria Gadu
Hace mucho que no compraba un disco que no fuese de música clásica o jazz. La sequía intelectual en que vive el mundo y que se ve en el cine, la filosofía y la política, invade la música con especial furor, abundando desde los jazzmen insoportablemente pretenciosos a los eruditos imposibles o a niños bien haciendo de niños mal, cantando melodías pavas de amor con estruendosas guitarras, pensamiento que ilustro con este video que no podéis dejar de ver (click aquí). Siempre encuentro algún refugio en músicas tradicionales y populares. Pero nada, nada en el pop. Y menos en el brasileño que, tanto en el pop como en la llamada MPB (música popular do Brasil), me parecen clones en melodía, ritmo y voz. Diferenciar a alguien de las genuinas y legendarias Gal, Bethania, Bebel o Elis, me resulta desconcertantemente difícil. Unas voces, eso sí perfectas, pero iguales a sí mismas y con un deseo loco de emular a sus maestros. Y he aquí que descubro, tarde como siempre, a Maria Gadu, Paulista (saludable dato, no nació en Niterói) que canta músicas parecidas, pero con otro ritmo, otra voz, otros rasgos, otra acidez. Una tristeza enorme, abrumadora. Y rompe con lo que se debería esperar. Es viento fresco, como lo fue Seu Jorge en su momento. No mudó nada de la (ahora va en serio, Clarice) maravillosa música brasileña, pero a la vez cambian todo, para evitar que muera en boca de clónicas, ordinárias cantantes.Y versiona el inevitable "Ne me quitte pas", y aquí viene lo bueno, lo hace con tan poca pretensión que honra y no avergüenza al genial Brel.
Nada de ordinariez, tranquilidad, respeto. La Gadu es todo menos ordinaria. Es una cítara maravillosa en tiempo de espadas.


Volver a la Portada de Logo Paperblog