María Ramón Box: “Todas mis historias van más allá de la imaginación o de lo irreal”

Como es habitual en muchos de los autores que publican con viveLibro, nuestra autora María Ramón Box lleva escribiendo casi desde que tiene uso de razón y con tan solo 20 años ya tiene varias historias escritas incluso “encargos” que le han ido pidiendo sus más allegados. Sin embargo se estrena en el mundo de la edición con Corazones encadenados, una novela que mezcla el amos, con la fantasía y con la novela negra y policiaca.
Esta novela, que promete ser el inicio de una trilogía, estuvo guardada en el cajón durante cuatro años y ahora es el momento en el que María se ha decidido a compartir con todos los lectores la historia de su protagonista Kirian.
A continuación os dejamos con la entrevista completa donde la propia María nos desvela algunos detalles de su novela.

viveLibro (V): ¿Cómo surgió en ti la idea de escribir?
María Ramón Box (MRB): La idea de escribir surgió cuando tenía once años aunque llevo leyendo desde los siete años. Recuerdo que mi primera novela adulta fue la saga Crepúsculo, después de conseguir la saga comencé a escribir fanfics por diversión. En concreto, adoraba a uno de los personajes y me inventaba diferentes historias con éste. Conforme pasaba el tiempo me di cuenta de que eran historias ajenas y totalmente paralelas a la que autora contaba en el relato. De ahí en adelante, comencé a escribir mis propias novelas.
V: ¿Por qué escogiste escribir una novela policíaca?
MRB: Bueno, yo no la definiría como policíaca del todo ya que me encanta mezclar diferentes géneros. El género que más me gusta es el romance y pensé en poder acoplar mis ideas en una novela que pasó mucho tiempo perdida en una carpeta. Elegí, así mismo, el género policíaco porque siempre me ha causado interés las series de televisión como Mentes Criminales, CSI o Los hombres de Paco. Esto, junto a una situación cercana parecida, hizo posible la idea principal del libro.
V: ¿Cuáles son tus referentes a la hora de escribir?
MRB: En la actualidad, tengo muchísimas referencias literarias. Lena Valenti, Jamie McGuire, Jane Austen y J.K.Rowling son algunas de ellas. En referencia a libros, nunca en mi vida había leído un libro o novela de tema policíaco hasta el día de hoy. Mi evolución literaria ha ido de leer simplemente romance a abrirme a nuevos mundos, entre ellos el del gran Sherlock Holmes y su autor Arthur Conan Doyle.
V: ¿A quién va dirigido Corazones Encadenados? ¿A un público infantil o a uno un poco más adulto?
MRB: Esta es una pregunta complicada. Mi libro va dirigido a un público adulto pero, personalmente, no soy nadie para hablar de la madurez de cada uno. Yo, a la edad de once años, ya me adentraba en una literatura más adulta. Aun así, creo que mi libro puede llegar tanto a jóvenes de catorce como a mayores de sesenta años.
V: ¿Qué nos puedes adelantar del protagonista, Kirian Mitman?
MRB: Bueno, Kirian es, sin duda, el personaje más complicado que he podido hacer hasta el momento. Ponerse en la piel de un hombre teniendo dieciséis años, que fue cuando escribí el libro, no fue nada fácil. Kirian es un hombre atormentado por el pasado, un chico de carácter duro pero leal a los que son su familia y amigos, apasionado y aventurero. Mitman es, sin dar más rodeos, una persona de carne y hueso.
V: ¿Tienes algún otro proyecto literario para el futuro?
MRB: Actualmente, estoy trabajando en el segundo libro. Lo que comenzó siendo una pequeña historia ha acabado siendo una trilogía. También, estoy trabajando en otros libros de diferentes géneros como el fantástico y erótico.
V: ¿Qué les dirías a los lectores para animarles a leer Corazones Encadenados?
MRB: Corazones Encadenados es una historia que ha pasado mucho tiempo guardada para mí, para mi ámbito personal. Toda la historia tiene un eje romántico que creo que puede enganchar, al igual que la duda de cómo prosigue o el tema policial. Los personajes son auténticos, personas anónimas, de carne y hueso, que tienen un pedacito de mí. Y, sobre todo, la historia y trama que en muchos momentos son instantes de la vida que me han ocurrido o he visto ocurrir porque todas mis historias van más allá de la imaginación o de lo irreal.