Revista Psicología

María Sabina: curación a través de hongos alucinógenos

Por Redespress60

"Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo que está lejos, también cercano e invisible. Ahí es donde vive Dios, donde vive el muerto y los santos. Un mundo donde todo ha pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo habla. Tiene un idioma propio. Yo informo lo que dice. El hongo sagrado me toma de la mano y me lleva al mundo donde se sabe todo. Allí están los hongos sagrados, que hablan en cierto modo que puedo entender. Les pregunto y me contestan. Cuando vuelvo del viaje que he tomado con ellos, digo lo que me han dicho y lo que me han mostrado." - María Sabina.

María Sabina: curación a través de hongos alucinógenos

María Sabina Magdalena García fue una curandera y vidente indígena mexicana que nació el 22 de julio de 1894 en un pueblito de la Sierra Mazateca en el estado de Oaxaca. Era una experta en el uso curativo y ritual de los hongos alucinógenos característicos de esa zona, conocidos como Teonanacatl, de la familia Psilocibe y llamados por ella "Niños".

Su primer conocimiento directo de la ingesta ritual de hongos fue entre los cinco y siete años durante una ceremonia celebrada en su casa para tratar de sanar a uno de sus tíos. Como resultado de este acontecimiento, mientras estaba en el cerro cuidando a los animales de sus abuelos ella encontró algunos hongos similares a los que había visto durante la ceremonia, por lo cual decidió consumirlos junto con su hermana, teniendo así su primera experiencia extática.

Su segundo marido, Marcial, fue quien la introdujo de lleno en el mundo de los hongos psilocibios, o alucinógenos. Una particular clase de ellos, a los que María Sabina llamaba "mis niños santos", crece muy bien en la zona de Huautla. No obstante, María Sabina no concebía los hongos como una droga recreativa, ni mucho menos. Los hongos estaban para curar a las personas, de preferencia, haciéndolas vomitar para que expulsaran la enfermedad. Con lo que aprendió con Marcial, María se convirtió en la curandera más buscada en Huautla. Fue tanto su éxito que a Marcial le entraron los celos, y la golpeaba delante de sus hijos. Fueron los propios hijos quienes acabaron con Marcial propinándole una gran paliza.

Y la vida de María Sabina hubiese transcurrido de los más normal, aislada como estaba en la Sierra Mazateca, si no hubiese sido por un gringo curioso. Robert Gordon Wasson daría a María Sabina y a sus honguitos fama mundial, pero también muchos agravios.

María Sabina: curación a través de hongos alucinógenos

La visita de Gordon Wasson

En 1952, el banquero y micólogo amateur estadounidense Robert Gordon Wasson encontró un recorte de prensa de un reportaje de Robert Graves en el periódico Ciba en Nueva York sobre el uso de unos hongos en México. Según la descripción de los frailes que llegaron durante la conquista de México, estos hongos se ingerían durante un culto. Esto interesó a Robert Gordon Wasson, quien realizaba estudios sobre el uso de los hongos en diferentes culturas desde 1927. En 1955, en compañía de su esposa Valentina Pavlovna realizó un viaje a la sierra Mazateca donde, luego de varias negociaciones, es recibido por María Sabina quien realiza con ellos una vigilia nocturna, enseñándoles parte del uso y proporcionándoles muestras de los hongos. Durante varios días, grabaron pláticas en cintas magnetofónicas, las cuales fueron transcritas a un sistema fonético de escritura y traducidas al español e inglés, y tomaron fotografías de las ceremonias con luces estroboscópicas. El 13 de mayo de 1957, la revista Life publicó un extenso artículo ilustrado de Robert Gordon Wasson en el cual describía las veladas con hongos con María Sabina. Esto dio lugar a que un gran número de personas se aventurara a las regiones montañosas boscosas de México para descubrir por sí mismos las setas con poderes visionarios.

Quince años después, en 1968, Robert Gordon Wasson publicó el libro El hongo maravilloso: Teonanácatl. Micolatría en Mesoamérica, donde expone al público estadounidense el ritual y uso de los "niños" en la cultura Mazateca. Como el pivote del libro era María Sabina, esta recibió una fenomenal publicidad en la época de apogeo de la cultura hippie estadounidense, que entre otras cosas, se caracterizaba por el uso de sustancias alucinógenas. Este libro marca un vuelco en la vida de María Sabina quien empieza a recibir la visita de personas ajenas a su comunidad, tanto de mexicanos como extranjeros, muchos de los cuales viajan en la búsqueda de una experiencia psicodélica con los hongos y algunos otros como parte de un trabajo de investigación.

Esto proporcionó en parte una cierta estabilidad económica a María Sabina, pero fue acusada por miembros de su comunidad de lucrar con la cultura de su pueblo. Además, el mal uso de sus conocimientos por parte de muchos de sus visitantes la llevó a considerar como un error el darlos a conocer a los extranjeros, ya que solamente buscaban diversión.

María Sabina fue visitada por innumerables personas, famosos como Bob Dylan, Rollings y los Beatles, pero nunca se ha podido corroborar dicho extremo. En una de las habitaciones en casa de Julia, la heredera de Sabina, hay un supuesto graffiti de John Lennon. También se dice que recibió visita de Aldous Huxley y hasta Walt Disney.

María Sabina: curación a través de hongos alucinógenos

María Sabina murió el 22 de noviembre de 1985, a los 91 años. En México su muerte fue todo un acontecimiento y se celebraron homenajes en su honor. En la cultura popular, el grupo de rock Tri, le dedicó una canción. María Sabina murió en un a condición económica de pobreza, ya que no tenía ningún sistema de cobro establecido por sus servicios. Solo recibía de sus pacientes lo que estos querían darle.


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