Revista Cultura y Ocio
No alcanzo a imaginar la ansiedad tan terrible que deben tener el señor Mariano y toda su banda, de ver el cierre de las urnas y lanzarse como posesos a disfrutar de los millones y millones que les deparará el poder. Llevan tiempo esperando y lo que mostrarán los medios de difusión está noche será algo semejante a una jauría de lobos con los hocicos babeantes y relamiendose de placer al degollar a los corderos. La crónica de una muerte anunciada diría García Márquez, la muerte de lo público, la caida del último bastión europeo de lo social en pro del capitalismo aberrante, aunque aquí ya de social quedara poco, pero ese poco es mucho para muchos y casi todo para algunos que tradicionalmente ya han sido despojados. No hay mucho que decir, la suerte está echada y hay que ser realistas, muy poco o nada se puede esperar de un pueblo que carece de cultura política y cuya sensibilidad social pasa primero por el corte inglés y las faldas de los curas.