Río Drava. Maribor
Maribor (Marburg an der Drau en alemán) es la segunda ciudad del país y rivaliza con Ljubljana en varios aspectos. Ambas, son centros universitarios de importancia, lo que garantiza, un joven y animado ambiente. Maribor, igual que la capital, también está bañada por un río, en este caso el Drava, pero a diferencia de Ljubljana, el latido de la ciudad no lo encontramos en sus orillas, sino que se halla en los alrededores de las plazas Grajski, Glavni, Rotovški y Slomškov donde se pueden ver la mayoría de edificios de interés. Por la noche, sin embargo, la zona de ocio está en Lent, la parte antigua situada al lado del río Drava. Lent da nombre al acontecimiento más famoso que acoge la ciudad a inicios de cada verano. Se trata de un festival internacional que ofrece conciertos de música clásica, jazz, música étnica, teatro callejero, clásico y marionetas y que recibe a más de medio millón de visitantes durante los quince días que dura el evento.El núcleo antiguo se sitúa en la parte izquierda del río y desde el puente de Tito se obtiene una bonita perspectiva sobre los tejados rojizos. En un primer plano y junto al río, destaca la llamada Torre del Agua que se trata de una torre pentagonal, antigua torre de defensa y acondicionada actualmente como pinacoteca. Las mesas junto al agua bajo la sombra de los árboles invitan a probar alguno de los vinos de la Baja Estiria, pero a esta hora de la mañana no nos apetece demasiado y nos limitamos a contemplar los cisnes que van y vienen deslizándose sobre las tranquilas aguas del Drava.
Torre del Agua
Hay que decir que toda la región es famosa por su vino blanco y en la misma ciudad existe la posibilidad de visitar algunas bodegas, como la Vinag o la Meranovo, ambas del siglo XIX. Stara Trta es una vid de unos 400 años de antigüedad y todo un símbolo de la ciudad. Se dice que es la más antigua del mundo, al menos hasta que no se demuestre lo contrario. Lo cierto es que ha superado plagas, guerras y un sinfín de hechos que bien la hubieran podido hacer desaparecer.Justo enfrente de la Torre del Agua, encontramos la Torre de los Judíos que antiguamente estaba unida a la anterior. Contigua a la misma, la sinagoga antigua que nos recuerda que la comunidad judía, aunque no muy numerosa, fue muy influyente en Maribor y la que financió el desarrollo de la ciudad. Seguimos por la orilla del río hasta el puente principal que conduce directamente al casco antiguo. Llegamos a la plaza Glavni o plaza Mayor, con un conjunto de ricos edificios entre los cuales destaca el antiguo ayuntamiento renacentista de 1565. Enfrente, se levanta la más impresionante columna votiva de todas las que hemos podido ver en la cual está representada la Virgen María rodeada de media docena de santos. Durante la Edad Media, era la plaza del mercado y para no perder la costumbre se instalan de vez en cuando algunos puestos, principalmente de frutas y verduras.Columna de la peste. Plaza Glavni
Detalle edificio plaza Glavni
Detalle columna votiva
Edificio Ayuntamiento. Plaza Glavni
Seguimos hacia la plaza Slomškov donde la Catedral (siglo XIII) comparte protagonismo con otros edificios destacables. Está dedicada a San Juan Bautista y como suele ser habitual combina una mezcla de diferentes estilos. Cruzando el parque, encontramos la sede de la Universidad de Maribor que acoge la Biblioteca. Al oeste de la Catedral, un llamativo edificio con la fachada pintada de verde, corresponde a la oficina central de correos y al este, cierra la plaza el Teatro Nacional.Catedral de San Juan Bautista
Catedral. Plaza Slomškov
Edificio de Correos
Universidad de Maribor
Teatro Nacional
Nuestra siguiente parada es la plaza Rotovški, cuyo nombre deriva de su antiguo nombre alemán Rathaushof, que significa patio del ayuntamiento, lugar donde fue construido el primer ayuntamiento en 1515. Este emplazamiento había sido escenario de un mercado de harina o “mehlplatz” e incluso en el siglo XVIII, se habían celebrado aquí algunas corridas de toros. Seguimos por la calle Grajska ulica hasta la plaza Grajski rodeada de terrazas y con un ambiente primaveral increíble. Aquí destaca el Castillo de Maribor construido en el mismo lugar donde había una fortaleza medieval y que actualmente alberga el Museo Regional. Como en otras ciudades del país, se levanta una columna dedicada a San Florián, el patrón de los bomberos. La pequeña plaza está invadida por varios puestos de flores y libros que aun le dan un ambiente más festivo.Castillo en la Plaza Rotovški
Nuestra última parada es la plaza Svobode o plaza de la Libertad, donde se sitúa la iglesia franciscana y la bodega Vinag. Es un lugar de encuentro para los habitantes de Maribor, concretamente junto al monumento conmemorativo NOB, llamado popularmente Kojak por recordar la cabeza afeitada del famoso detective interpretado por Telly Savalas.Maribor se prepara para ser Capital Europea de la Cultura 2012, un buen motivo para visitar la ciudad y alrededores como la magnífica ciudad de Ptuj que también se ha asociado al evento.Llegamos a Ptuj después de recorrer los veinte y pocos kilómetros que la separan de Maribor.Ptuj (Pettau en alemán) está referenciada como la ciudad más antigua de Eslovenia. Es una ciudad pequeña que no llega a los 30.000 habitantes pero acumula un gran legado histórico. Fue una ciudad próspera en época romana, llamada Colonia Ulpia Trajana Poetovio y como es fácil adivinar por el nombre, fue el propio emperador Trajano quien le concedió el estatus de ciudad. Posteriormente, hacia el año 69 d.C. Vespasiano fue elegido emperador en Ptuj. Tras la caída del Imperio, no fue hasta el siglo X cuando volvió a ganar los derechos de ciudad.A pesar de los numerosos restos arqueológicos de la época romana, el aspecto actual se originó principalmente en la Edad Media. Es fácil orientarse y su centro histórico se puede visitar en pocas horas. Como siempre, las puntas de los campanarios son nuestras mejores guías a la hora de buscar el núcleo antiguo.Llegamos a la plaza del mercado pero a esta hora ya están recogiendo todos los puestos. La plaza está dominada por la Iglesia de San Jorge cuya entrada se encuentra en la plaza Slovenski, justo después de subir una pequeña cuesta. La encontramos cerrada pero a través de una reja se puede admirar su interior, que va desde un estilo románico hasta el neogótico. En el centro de la plaza se halla la Torre de la Ciudad (siglo XVI) alrededor de la cual se exhiben diferentes tumbas de piedra y altares de sacrificio de la época romana. También corresponde a la época romana el Monumento a Orfeo, una bella tumba romana del siglo II.Torre de la Iglesia de San Jorge en Ptuj
Monumento a Orfeo
Otros edificios de interés son la Casa Provost o la Casa Ljutomer donde se encuentra la oficina de turismo.Casa Ljutomer. Oficina de Turismo de Ptuj
Seguimos por la calle Murkova hasta la plaza Mestni, donde se encuentra el edificio neogótico del Ayuntamiento y de nuevo una columna dedicada a San Florián, tan popular en estas tierras centroeuropeas.Edificio Ayuntamiento
Columna de San Florián
Volvemos atrás y continuamos por la calle Prešernova donde se celebraba el mercado durante la Edad Media. En las estrechas callejuelas perpendiculares que desembocan en esta calle principal, se pueden observar unos arcos que aparentan pequeños puentes cuya única finalidad es la de soportar las viejas casas.Calle Prešernova
Panadería en Calle Prešernova
Detalle de un edificio
Arcos de soporte
Por una de estas callejuelas se puede coger un atajo para subir al Castillo, pero pasamos de largo y seguimos hasta encontrar el llamado “Pequeño Castillo”, el que fuera la casa de los obispos de Salzburgo y diferentes familias aristócratas durante siglos. Enfrente del monasterio de los dominicos de fachada rosada inconfundible, tomamos un camino empedrado que conduce al Castillo.Fachada monasterio dominicos
Subida al Castillo
Igual que en Maribor, este edificio acoge también el museo regional de la ciudad aunque por lo que más merece la pena es para contemplar las vistas sobre los tejados de la ciudad y el río. En el patio podemos ver la tumba de Frederick IX, el último lord de Ptuj que murió en 1438.Vistas desde el Castillo
Patio del Castillo de Ptuj
Tumba del último lord de Ptuj, Siglo XV
La bajada la hacemos por el camino más corto, una parte del cual transcurre por el interior de una antigua escalera cubierta de madera.Bajando del Castillo
Volvemos a la plaza del Ayuntamiento y desde aquí nos dirigimos a la Plaza Minoritski, donde se levanta la columna votiva (1655) que, por lo visto, no falta en ninguna ciudad que se precie. Aquí también se encuentra un monasterio Minorita del siglo XIII. Los minoritas fueron franciscanos que se dedicaron a la docencia y la orden no fue disuelta bajo el edicto del emperador José II de Habsburgo en el siglo XVIII, continuando su labor en Ptuj durante más de siete siglos.Monasterio Minorita y columna de la peste
Columna de la peste
Claustro Monasterio Minorita
Nos despedimos de Ptuj y emprendemos el camino de regreso. Descartamos la idea inicial de visitar Zagreb a pesar de que nos queda cerca, pero consideramos que no merece la pena andar con prisas y regresamos tranquilamente a Ljubljana. Dejamos Zagreb para otra ocasión.