Revista Cocina

Maridaje de vino y ensaladas

Por Decantare @decantare

Maridaje de vino y ensaladas

Aunque las últimas semanas nos hemos visto sorprendidos por un temporal algo inusual, poco a poco se van acercando los días en los que las temperaturas empiezan a subir y nuestro cuerpo nos agradece con más frecuencia consumir alimentos frescos y deliciosos como las ensaladas.

Ya sea de entrante o como plato principal, la ensalada es un plato muy popular cuya receta no se acoge a muchos convencionalismos y se elabora a gusto del consumidor a partir de hojas de lechuga, canónigos, rúcula, etc. en combinación con una gran variedad de ingredientes y aliños para aportar todo tipo de sabores dulces, ácidos y salados junto a texturas únicas para todos los gustos.

Encontrar el maridaje idóneo entre vinos y ensaladas puede ser una tarea compleja por lo comentado anteriormente, la gran variedad de aderezos e ingredientes puede hacer difícil que nos decantemos por un vino u otro según el nivel de acidez. El uso excesivo de vinagre de vino o de limón, habitual de las ensaladas, pueden amargar el vino por lo que es muy recomendable medir siempre la cantidad de vinagre para así reducir el nivel de acidez o en su defecto emplear vinagres balsámicos para lograr el mismo resultado.

Consejos para maridar vinos con ensaladas

Un buen punto de partida a la hora de descorchar una botella de vino frente a una ensalada, es decantarse por vinos rosados o blancos secos o semisecos elaborados a partir de uva Chadonnay o Sauvignon Blanc, como Otazu Chardonnay 2015, un caldo que beberás con gran facilidad gracias a su frescura y a las notas frutales a manzanas ácidas y cítricos. No olvides servirlo a una temperatura de 9ºC para disfrutarlo con mayor intensidad.

En una receta clásica como la ensalada con tomate de la huerta y aceite de oliva virgen, una selección de vinos afrutados nos ayudará a potenciar los sabores del plato a la vez que nos ofrecerán un gran aporte aromático. Un vino rosado como Fontalba & Capote con D.O. Sierras de Málaga, supondrá una combinación ideal gracias a su frescura y equilibrio en boca.

Si decidimos incorporar ingredientes como jamón de york o frutos secos a nuestra ensalada, como almendras, cacahuetes, dátiles, uvas pasas, etc. conseguiremos un delicioso contraste entre dulces y salados. Ante una ensalada de esta características podemos optar por caldos como Botani Garnacha 2013, un joven elaborado con uva 100% de la mencionada variedad, o de nuevo con Otazu Chardonnay 2015, ambos nos permiten disfrutar del contraste gracias a su predominio frutal.

Si preferimos ensaladas aderezadas con salsas cremosas suaves como la de Yogur o la César, o algo más intensas como la de mostaza o queso, las variedades elaboradas con Chardonnay o Pinot Noir respectivamente son opciones idóneas para contrarrestar el alto contenido graso que pueden presentar los aderezos. De la segunda variedad, optamos por un Vinana Pinot Noir ecológico, compuesto en un 85% del total por esta variedad de uva, un vino sedoso con gran carga de fruta que nos sugiere entre otros sabores a chocolate con un leve regusto amargo.

Con estas pequeñas sugerencia ya tienes para disfrutar de algunas ensaladas, no obstante al tratarse de un plato que ofrece una variedad muy amplia de elaboraciones te recomendamos que te dejes llevar para descubrir según tus gustos, el maridaje más equilibrado entre vino y ensaladas ¡Salud y buen provecho!


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